La gran fiesta del cine arranca este miércoles en Cannes
El Festival de Cannes abre este miércoles su 70ª edición, dominada por pelirrojas como Nicole Kidman, Julianne Moore y Jessica Chastain, y precedida por el anuncio de un documental de Michael Moore sobre Donald Trump.
Por primera vez, un español presidirá el jurado que otorgará el día 28 la Palma de Oro: Pedro Almodóvar estará al frente de un equipo integrado, entre otros, por los estadounidenses Will Smith y Chastain, la china Fan Binbing y la alemana Maren Ade.
Un total de 19 películas -la mayoría de directores habituales de Cannes- aspiran al máximo galardón. Una de las favoritas es "Happy end", del austriaco Michael Haneke, que busca convertirse en el primer cineasta en obtener tres palmas, después de La cinta blanca y Amor.
Sofia Coppola es una de las tres mujeres en liza, con La seducción, inspirada en una película de 1971 protagonizada por Clint Eastwood.
Esta última está protagonizada por Kidman y Colin Farrell, un dúo que repite en The Killing of a Sacred Deer, del griego Yorgos Lanthimos. La oscarizada actriz, de 49 años, es la reina indiscutible de este festival, al estar presente además en una cinta fuera de competición, How to Talk to Girls at Parties y en la serie Top of the Lake, de la directora neozelandesa Jane Campion.
"Nunca antes habíamos invitado a tantas estrellas internacionales", dijo el presidente del Festival, Pierre Lescure.
Julianne Moore actúa en Wonderstruck, del estadounidense Todd Haynes, en liza por el máximo galardón, y la francesa Isabelle Huppert en Happy End. También son esperadas figuras como Uma Thurman, Kirsten Dunst, Joaquin Phoenix, Dustin Hoffman y Alejandro González Iñárritu, que presentará su corto de realidad virtual Carne y arena.
- Bellucci llevará la batuta -
La bella italiana Monica Bellucci repetirá el papel de maestra de ceremonias que desempeñó en 2003, dando el miércoles por la noche el pistoletazo de salida de este maratón cinematográfico de 12 días, que se desarrollará bajo un dispositivo de seguridad inédito, en este país en estado de emergencia por la ola de atentados yihadistas sufridos desde 2015.
300 imponentes jardineras con olivos fueron instaladas en los alrededores del Palacio de los Festivales, a orillas del puerto de Cannes, para evitar un atentado con vehículo, diez meses después del ataque con camión de Niza, que dejó 86 muertos.
Los fantasmas de Ismael, del francés Arnaud Desplechin, con Marion Cotillard, fue elegida para abrir el festival.
"Quizás no debería decirlo, pero no es fácil ser un director francés en Cannes", dijo Desplechin. "Hay una tensión, una presión con la prensa, los espectadores... Hay menos indulgencia" con los cineastas del país.
Para el gigante del "streaming" Netflix, su estreno en la competición oficial tampoco resultó cómodo. La selección de Okja, del surcoreano Bong Joon-Ho, y The Meyerowitz Stories (New and Selected), del estadounidense Noah Baumbach, indignó a las salas de cine francesas que debido a una reglamentación nacional no podrán exhibir ninguna de las dos películas.
La presión fue tal que el Festival impuso una nueva regla a partir de 2018: solo se seleccionarán películas que se comprometan a estrenarse en los cines de Francia. La polémica parece que no ha hecho más que empezar. (E)