Jurassic World, entre la extinción y la vida
¿Quién dice que los dinosaurios se extinguieron en la prehistoria? Gracias al director Steven Spielberg las criaturas volvieron a la vida -al menos en la ficción- en Jurassic Park (1993) y luego con sus secuelas.
Las cintas, además de generar una ola de fanáticos en el mundo, también acrecentaron el interés por los dinosaurios en la academia, tanto así que para algunos paleontólogos el éxito del filme “fue lo mejor que le pasó a su gremio”.
Ahora, con el estreno de la quinta entrega, Mundo Jurásico: El reino caído, los dinosaurios continúan reviviendo el legado que inició Spielberg, basado en la novela original Parque Jurásico (1990), de Michael Crichton.
En esta ocasión el elegido para dirigir la historia es el español Juan Antonio Bayona (El orfanato). Y no lo hizo mal. La trama se ubica otra vez en la isla ficticia Nublar, en Costa Rica, habitada por dinosaurios.
Mientras que el sitio se encuentra amenazado por la explosión de volcanes, que llevaría a los dinosaurios a una “segunda extinción”, el Senado de Estados Unidos decide qué hacer con ellos: ¿salvarlos o dejarlos morir?
Ahí aparece el primer tópico de la película, en el dilema sobre la moral científica, la manipulación biológica y el concepto de vida en la modernidad.
“La naturaleza está corrigiendo el error”, argumenta el doctor Ian Malcolm, personificado por el actor Jeff Goldblum, un clásico de la saga, pues actuó en las dos primeras entregas. Pero es la nueva generación que toma la batuta.
El reino caído es protagonizado por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, quienes repiten sus roles de Owen Grady y Claire Dearing, respectivamente. Ellos pretenderán salvar a las criaturas, pero descubrirán que el ejército paramilitar que los apoya en su tarea tiene otros planes.
La cinta tiene un ritmo vertiginoso, brinda sorpresas a cada minuto y no es predecible. Pratt convence como el exmilitar apático que solo buscaba una vida en paz, pero que se deja envolver por la situación que es “de vida o muerte” en un sentido literal. Mientras que el personaje de Claire, se mantiene en su activismo por el mantenimiento de las criaturas.
Los efectos especiales generan realismo, pues se puede sentir al dinosaurio casi como un viaje al pasado en la prehistoria. Y es un punto para reflexionar sobre la evolución del hombre, si realmente es un mito, o al tratar con enormes criaturas del pasado, sencillamente el instinto guerrero y de supervivencia del más fuerte cavernícola continúa vigente en su interior.
Luego de 25 años del inicio de la saga, El reino caído muestra una vez más la fragilidad de la ética humana, los vínculos, en la que solo el “meteorito” de la taquilla decidirá si las criaturas continuarán con vida, al menos en el universo fantástico del Mundo Jurásico. (I)