El colombiano cantó en el centro de convenciones
Juanes se atrevió a tocar salsa y reggae
Juanes puede sonar tan rockero como salsero, aunque la huasca es el género antioqueño que lo distingue, al menos en sus canciones más emblemáticas como ‘La paga’, ‘La camisa negra’ o ‘Mala gente’.
Y la huasca le permite ejecutar un característico punteo con su amarilla guitarra Fender Telecaster en las introducciones de sus canciones, que durante el desarrollo mantienen el ritmo con un rasgueo sencillo y letras que pueden ser románticas o con un toque de humor, sin perder su esencia de pop latino.
Aquello se evidenció en el concierto que Juan Esteban Aristizábal Vásquez, su nombre completo, ofreció la noche del miércoles pasado en el Centro de Convenciones Simón Bolívar.
A las nueve y media de la noche una gigante pantalla vertical con las letras de su nombre giradas a la izquierda y en rojo permitía dibujar la silueta del cantautor colombiano de 43 años. Sin mayor preámbulo interpretó ‘Mil pedazos’, de su disco ‘Locura de amor’, el que lo trajo después de ocho años de su anterior visita.
Juanes debía cumplir con el protocolo de presentar sus más recientes temas, pero sabe también cuáles son los que sus fans quieren escuchar. Por eso Juanes soltó de inmediato ‘La paga’, en medio de una escenografía con líneas en blanco y negro.
Al cantautor antioqueño le gusta experimentar con otros géneros en sus conciertos porque sus influencias son muy variadas, que van desde el folclor colombiano, vallenatos, tangos de Carlos Gardel y trovas de Silvio Rodríguez, que escuchaba a los 7 años de edad con su fallecido padre Javier Aristizábal, hasta que a los 13 conoció a Metallica, U2, Beck, Caetano Veloso, Bob Marley y más.
Y de este último versionó ‘Could you be love’, como tercera canción de la velada, seguida por ‘Yerbatero’. De repente se detuvo para darle paso al público que coreó: “soy yerbatero/ vengo a curar/ su mal de amores/ soy el que quita los dolores/ y habla con los animales”.
Luego de cuatro canciones Juanes interactuó con el público con el saludo de rigor. El show siguió con ‘Fotografía’, aquella balada pop del disco ‘Un día normal’ (2002) en la que grabó a dúo con la canadiense Nelly Furtado.
Dejó su Fender Telecaster para tomar el micrófono rojo que estaba colgado en el pedestal del mismo tono y cantar otra del ‘Un día normal’: ‘Es por tí’. Ahí el pianista Emanuel Briceño reemplazó el solo de melódica con su teclado.
Es conocida su versión de ‘La noche’, que aparece en ‘Un día normal’ y fue famosa en la década del 80 por el extinto salsero Joe Arroyo. Lo que los fans no esperaron fue la adaptación de ‘Rebelión’ del mismo Arroyo con los solos solos de guitarra de Juanes y de Juan Pablo Daza con una Gretchen blanca y que vino en reemplazo de Juan Fernando Tobón, quien acompaña al antioqueño desde que estaban en Ekhymosis.
También se atrevió a cantar ‘Emborráchame de amor’, de Héctor Lavoe, y ‘Querida’, de Juan Gabriel, con un toque de reggae.
No solo Juanes lució en el concierto. Además de él y Daza, se distinguieron el tecladista Briceño, el baterista Walter Madera, el percusionista Richard Bravo, el bajista Felipe Navia.
Entre los clásicos del colombiano estuvieron ‘Nada valgo sin tu amor’ ‘Para tu amor’, ‘Volverte a ver’, ‘Me enamora’, y ‘A Dios le pido’, mientras filmaba y tomaba fotos tipo ‘selfies’ con los fans. A las once y media solo quedaban ‘La luz’ y ‘Tu y yo’, las que cerraron el concierto. (I)