Jóvenes rescatan la esencia andina desde las aulas
Algunos planteles educativos de la ciudad buscan que sus estudiantes se destaquen en actividades culturales recreativas. Por ello las autoridades del colegio particular La Dolorosa, desde febrero pasado, tomaron la iniciativa de formar un grupo folclórico con las jóvenes que cursan el quinto y sexto año de bachillerato.
José Navarro, profesor de música, manifestó que el afán de este propósito es incentivar en la juventud actual el amor por la música andina.
En este proyecto participan alrededor de 12 chicas, quienes hábilmente ejecutan los sonidos del charango, la quena, zampoña, sicu, bombo, toyo, entre otros.
El grupo folclórico de La Dolorosa tiene como referencia musical a los Kjarkas de Bolivia, pues ellos se caracterizan por utilizar instrumentos andinos en sus presentaciones. “Mantener viva nuestra idiosincrasia y culturas musicales es nuestro principal objetivo en el plantel”, refirió Estela Mosquera Morales, rectora del plantel.
Este conjunto musical estudiantil interpreta varios ritmos como cumbias y pasillos, siendo este último el más entonado durante sus recitales.
En estos siete meses que llevan como agrupación han tenido la oportunidad de presentarse en el colegio San José La Salle durante un festival con el fin de preservar el medio ambiente, organizado por la Dirección de Educación.
Por su parte, el profesor Omar Zúñiga comentó que como proyecto a futuro tienen pensado presentarse en ciudades fuera del país como Bolivia, Perú, Argentina, entre otras que tengan influencias andinas.
Asimismo expresó que este grupo femenino surgió con el fin de que las alumnas tengan otro tipo de alternativas dónde desarrollarse y puedan conocer más de estos instrumentos autóctonos. “La enseñanza musical es el arte de expresar determinados sentimientos de un modo agradable al oído, haciéndolo a través de nuestros instrumentos andinos”, manifestó Mosquera, quien agregó que la música es un estímulo que beneficia el campo perceptivo del individuo por lo que las estudiantes al recibir esta asignatura crecen en su sensibilidad y en su intelecto.
Por otra parte, María Parra, estudiante del quinto año, contó que cualquier chica antes de pertenecer al grupo folclórico deberá hacer una prueba de actitud para ver cómo están sus habilidades y capacidades en los instrumentos de viento, percusión o cuerda.
Kattyn Intriago, estudiante de octavo curso, mencionó que dentro del conjunto folclórico está encargada de tocar la zampoña. “Es uno de los instrumentos más difíciles de tocar, pues se necesita de mucha respiración diafragmática para ejecutarlo y no marearse”, explicó Intriago.
De igual forma María de los Ángeles Pilco indicó que uno de sus instrumentos preferidos es el toyo, el cual está elaborado de caña de bambú, muy similar al sicu o zampoña. “Vengo practicándolo desde hace mucho tiempo y me ha servido para desestrezarme de las rutinas diarias de estudio”, puntualizó.