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Humor, canción y rima, el eje de Los Montubios del Tablao

Humor, canción y rima, el eje de Los Montubios del Tablao
11 de noviembre de 2013 - 00:00

Cuando la presentan como Petrolina Zangurima Quijije, uno más o menos puede hacerse una idea que se trata de una mujer ‘de por adentro’, de allá donde el piso de las calles es de tierra y las casas de caña. Al verla esa noche, la gente corroboró sus sospechas del todo. Llegó ataviada con vestido campesino, trenzas y una expresión de mujer hogareña que se las sabe todas.

¡Qué protocolo ni qué nada! Petrolina sabe que a esta sociedad le urge una clase de moral y no le queda más remedio que trasladar al auditorio esas lecciones de sus tías solteronas que sembraron en ella a manera de amorfino: “¡Aléjate de la lujuria! ¡Guarda bien tu castidad! El hombre en la oscuridad, comienza la travesura… ¡Abre los ojos muchacha! ¡Amarra er calzón y er corpiño! ¡No regales tu pacharaca, ni de prueba de cariño!”.

Al público parecía no llegarle la advertencia. En lugar de reflexionar, se escucharon unas estruendosas carcajadas, que continuaron con una fuerte ovación cuando Isabel Payne concluyó su número artístico denominado ‘Petrolina, prevención sexual’, que dio apertura al lanzamiento del álbum ‘Guitarra, candil y piso e’ caña’,  de la agrupación Los Montubios del Tablao.

La cita fue el pasado viernes en la Casa de la Cultura, y el humor que plasmó la actriz fue solo una muestra de lo que se venía con la presentación del grupo que lidera Gabriel Paredes y que basa su propuesta en la tradición oral: el amorfino, la copla, el verso, la décima y todo lo que tiene que ver con montubia, incluidos cuentos y creencias.

Gabriel es todo un personaje. Entró con sombrero de paja, camisa anaranjada, pantalón blanco… “¡Buenas noches, compadres! ¡El corazón me salta como una lisa de la emoción al verlos por acá!”, saludó con ese cantado montubio inconfundible. No solo llegó allí para presentar el CD, también su actuación fue una forma de celebrar al Guayas, que ese 8 de noviembre cumplió 193 años de creación.

Es un montubio de hacha, de machete y garabato, rajador de buena leña y comedor de buenos platos. Al escenario llegó con banda completa: Daniel García en la voz y guitarrista, Carola Vaca en coros y amorfinos, Álex Cevallos en el requinto y Manuel Lasso en el acordeón.

El suyo fue un canto al montubio, que constituye la esencia del material discográfico que recién vio la luz. Exaltan en verso la vivencia del hombre y la mujer en el campo. Una prueba es ‘Montubio machetero’, que escribió para los campesinos trabajadores, exportadores de caña, que luego de sembrar pasan horas en un escenario que se describe en el sencillo: “Corta arriba, corta abajo, machete bien afilado, al lado de mi cintura siempre lo llevo amarrado…”.

Con Los Montubios del Tablao la gente no solo puede hacerse una idea de la vida del agricultor, sino también de esa parte más íntima que incluye la convivencia en pareja. Ellos exponen en cada presentación de qué manera viven las mujeres allá y la contrastan con las costumbres de las féminas citadinas. Cuentan que mientras acá en la ciudad las mujeres usan los dedos para estar con el ‘taca, taca, taca’ de las conversaciones por celular, allá en el campo se trabaja de verdad con las manos, para raspar pescado, pelar verde, hacer aliño, lavar ropa…

Los hombres no se quedaron atrás. A los varones del campo les recomendaban fidelidad, no por respeto, sino por precaución, a Gabriel lo aconsejaba su abuelito: “No tengas más de una… si una te llena la vida de cuadritos… ¡imagínate dos!”. Contó esto antes de hacer sonar ‘De dos amores’, que escribió Daniel García.

A Gabriel le gusta mucho interactuar con el público. Se tomó tiempo para invitar a algunos al escenario para que digan amorfinos. Con cara de expectativa, esperaba la participación de una al entregarle el micrófono. Ella le dijo: “Yo subí para darle un beso”. Gabriel, mirándola asombrado, le contestó: “Comadre... yo le pedí un verso, no un beso, hable serio”.

Esa fue la esencia de este show: humor, canción y rima, que se encendió aún más con los versos de ‘Burro necio’, un tema exhorta a un compadre anónimo a que no se ‘matrimonee’: “Burro necio, burro necio, solito se quiere ahorcar...“.

El grupo aprovechó para agradecer a la Fundación Garza Roja -a la que le dedica una canción del CD- el apoyo que se les entregó para llevar a cabo el material discográfico.

Un plus del espectáculo fue la participación del colectivo de baile folclórico  Refol, que dirige Miguel Hidalgo y que brilló cuando el show marcaba su despedida con ese tema que da nombre al álbum que presentaron y resume las jergas montubias: ‘Guitarra, candil y piso e’ caña’.

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