Luego de despedirse en la pantalla grande de Wolverine, su personaje icónico de la saga de X-Men, el actor Hugh Jackman muestra las garras musicales que también posee en la nueva producción The Greatest Showman, que se estrena hoy en el país. 

   Se trata de la biografía de Phineas Taylor Barnum (1810-1891), empresario que fundó el Barnum & Bailey Circus, uno de los espectáculos más grandes y longevos de Estados Unidos, pues funcionó desde 1871 hasta enero de 2017 (146 años en total).

En esta ocasión, Jackman toma el papel de Barnum para recrear la historia en un musical en el que comparte créditos con Zac Efron, Michelle Williams, Rebecca Ferguson, Zendaya, entre otros. 

No es la primera vez que el famoso actor australiano demuestra sus destrezas en el canto y baile, pues ya lo hizo en el filme musical Los Miserables (2012), basado en la obra clásica de Víctor Hugo, y en donde encarnó a Jean Valjean, que le valió una nominación al premio Óscar, como  Mejor Actor en 2013.

The Greatest Showman ya tiene 3 nominaciones a los Globos de Oro: Mejor películas, Actor (Jackman), y por canción original ‘This is me’.

En una reciente entrevista con Diario El País, de España, Jackman admite que la preparación de musicales es mucho más complicada que las películas de acción. 

“Esto es mucho peor, bailar durante 12 horas al día es más duro que hacer secuencias de acción durante 12 horas seguidas. Porque además todo lo tienes que hacer con una sonrisa en la cara”.

Lo dice, porque el intérprete inició el rodaje del musical, casi inmediatamente después de la cinta Logan en este año, en donde dijo adiós a los X-Men, luego de 17 años de encarnar al personaje en la franquicia de Marvel.

Ahora, gracias a que las nuevas generaciones lo ubican en los musicales, Jackman ha cosechado otra legión de seguidores, además de los cómics tradicionales.

 “¡Los dos son igual de difíciles! Cuando tenía 23 años pensaba qué iba a hacer Shakespeare toda mi vida para pagar el alquiler. Igual algo de televisión, pero desde luego no pensaba que sería Lobezno, un tipo duro. Yo solía decir que algún día sería James Bond, pero no un superhéroe. Y lo mismo con el teatro musical. Me llamaron para hacer de Gastón en La bella y la bestia. Tuve que poner en mi contrato que me pagarían las clases de canto mientras duraba el montaje”, señala el actor. 

El proyecto
El Gran Showman es una producción que tuvo que vencer varias dificultades en la industria del cine, pues es un musical con canciones originales. “Yo pensaba que teníamos como mucho el 10% de posibilidades de que esta película llegase a existir. El director Michael Gracey es como un chamán. Dio un discurso de 45 minutos y lo repitió unas mil veces en distintos lugares del mundo. A actores, músicos, productores, jefes de estudio… y todo el mundo que lo vio dijo: “Quiero”. Yo incluido”.

La música es original de Benj Pasek y Justin Paul, quienes ganaron premios de la Academia, y Tony Awards por La La Land (2016).

“Siempre pienso que fue Moulin Rouge la que dio la vuelta a la situación. La idea de que algo cool, joven y moderno pudiera ser comercial lo cambió todo. Luego hubo unos cuantos musicales más. Yo salí en uno, Los Miserables. Pero sí, tiene razón, La La Land fue la primera vez para mucha gente”.

La película también significa el regreso en ese estilo para el actor Zac Efron, conocido por su participación en los filmes de High School Musical. Según Efron, el mensaje de inclusión fue vital para decidir su participación.  Y añadió: “Qué más puedes hacer en un musical que dar amor y ofrecer un mensaje que realmente  importa”.

En la cinta, el personaje de Efron (el dramaturgo burgués Phillip Carlyle), se enamora de la trapecista Anne Wheeler, encarnada por la actriz Zendaya,  originando un conflicto social y racial de esa época, por lo que su historia de amor demuestra un “mensaje a los espectadores, aún tratamos con esos temas hasta el día de hoy”.  (I)