A pocos días del estreno  mundial de la película Han Solo, una historia de Star Wars, el 25 de mayo, el furor de los fans de la saga se ha contagiado en el mundo.

La cinta ya debutó en la 71 edición del Festival de Cannes, en Francia, y los seguidores que la vieron hasta ya se atreven a hablar de una posible secuela.

El evento fue celebrado por los organizadores, la industria y los miles de fanáticos que acompañaron el desfile por la alfombra roja, con el director Ron Howard y sus protagonistas, como Alden Ehrenreich (Han Solo), Emilia Clarke, Woody Harrelson, Donald Glover (Lando), Paul Bettany y Thandie Newton.

   Aunque la película es promocionada como “spin off” (derivado) de Star Wars, es al mismo tiempo una precuela, porque el relato retrocede en el tiempo y está ambientado antes que Rogue One (otro spin off de la saga), y recupera al personaje que hiciera el famoso Harrison Ford. 

Como es lógico, la trama ubica a la juventud de Solo, encarnado por el actor  Alden Ehrenreich, y puntos claves en su vida; como su encuentro con su fiel ladero Chewbacca en medio de una batalla.

También está su enamoramiento con Qi’Ra (Emilia Clarke); su relación discípulo-maestro con el cínico Tobias Beckett (Woody Harrelson), sus intercambios con el personaje de Lando Calrissian (Donald Glover) y, por supuesto, cómo se llega a convertir en el mercenario, contrabandista y piloto rebelde.

La cinta sorteó algunos tropiezos, como los despidos de los directores Phil Lord y Chris Miller.

Con Howard al mando, las primeras observaciones de los críticos apuntan a que Han Solo es una producción al estilo de western galáctico, y que la experiencia del director se basó en inclinar la balanza hacia un clasicismo más propio de la “vieja guardia”.  

El cineasta señaló que está muy feliz con la recepción de los fans y es que este guion responde a muchas cuestiones sobre la juventud del personaje de Solo, sobre eventos y relaciones que marcaron su vida y la singular personalidad que la audiencia conoció por Harrison Ford. (I)