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Fragua combina el rock mestizo con algo de funk y rockabilly
La primera vez que Andrés Álvarez (baterista), Ricardo (bajista) y Sebastián Salvador (guitarrista-vocalista) tocaron juntos fue en junio de 2005 para una verbena en Conocoto. Desde entonces a “fraguarse” el concepto lírico de su proyecto.
Cuando ellos formaron el grupo Fragua, surgieron alusiones a las canteras ilegales en San Antonio de Pichincha, como un interés por denunciar la violación al medio ambiente en esta zona, pero también nacieron algunas de sus más frecuentes referencias en las letras: elementos de identidad y personajes que pertenecen al universo simbólico del ecuatoriano.
Ese perfil lírico se refleja en la canción La mina con estribillos como “¿Qué construyes, si construyes?/ te crees dueño de esta tierra...” o “La mina te contamina/ te excluye/ te discrimina...”. En el video sus miembros aparecen con el rostro sucio, que se intercalan con imágenes de minas ilegales como Fucu Sucu o Caspigasi.
Esta idea y otras, que se fueron adhiriendo sobre la marcha, definieron la concepción de rock mestizo de Fragua, que a la vez combina elementos de funk, jazz y un toque de rockabilly que se percibe en canciones como Dos que se contemplan o El perro y la Catedral.
Luego de un año dedicado a la composición, y después de la incorporación de Diego Arboleda, en el charango, surgieron varias oportunidades de tocar en vivo. El sonido inicial se fue consolidando. La batería rockera fue reemplazada por un cajón y un bombo; las guitarras y el bajo fueron elementos completamente acústicos.
En el 2009, Arboleda fue reemplazado por Santiago Rovayo, fue entonces que la agrupación reorganizó su concepto estético original para avanzar hacia una etapa más abierta a las posibilidades del formato eléctrico. Álvarez volvió a la batería para una propuesta de rock más duro.
Las letras de los temas, que en principio eran responsabilidad de Sebastián, recibieron desde entonces mayores aportes de Ricardo, manteniendo la idea de evadir lo panfletario y recurrir a un serio trabajo con las metáforas. Sin embargo, había que dar un giro mayor. “Las líricas eran el elemento de enganche que proponíamos, más allá de lo instrumental”, dice Ricardo.
El noviembre pasado Fragua fue invitado por el Ministerio de Cultura del Ecuador para representar al país en la Feria Internacional del Libro, en Caracas. Durante esa visita, la banda también abrió a Los Mentas, en el Discovery Bar, de la capital venezolana. Los Mentas presentaban su quinto álbum, mientras que Fragua recibió del público caraqueño una respuesta alentadora que, según Sebastián, contrasta con cierto público en Quito.
El grupo trabaja en la preproducción de su segundo álbum, que incluirá 10 nuevos temas bajo este nuevo formato sonoro. El primer disco se llama Óxidos y trenes (2008).
Para Ricardo, el concepto de sonido es lo que más se debe destacar en Fragua, que se presentará este sábado, en la plaza de Santo Domingo, en el Festival A pie y a pedal: El planeta en movimiento.