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El Telégrafo
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El legado de Celia Cruz cobró vida en el Apollo

Anissa Gathers lució como Celia Cruz  durante su intervención.
Anissa Gathers lució como Celia Cruz durante su intervención.
25 de marzo de 2014 - 00:00 - Redacción / Agencia

El ¡azúcar! que acompañó a Celia Cruz en los escenarios retumbó la noche del domingo pasado en el Teatro Apollo de Nueva York durante un concierto en homenaje a la ‘Reina de la salsa’ en que fue exaltada al Paseo de la Fama de las Leyendas de esa institución cultural.

Público de todas las edades terminó la noche bailando los irresistibles temas que se convirtieron en éxitos en su voz, y que en la etapa final del espectáculo fueron interpretados por la cubana Lucrecia y el salsero dominicano José Alberto, ‘El canario’.

El concierto fue parte de los eventos con los que se conmemora el 80° aniversario de que las puertas de este teatro, ubicado en el corazón de la comunidad afroamericana en Harlem, se abrieran para recibirlos por primera vez, dos años después de que fuera comprado en 1932 por el empresario Sidney Cohen.

Cita Rodríguez (hija del fenecido integrante de las Estrellas de Fania Pete ‘El conde’ Rodríguez), Anissa Gathers, quien dio vida a Celia Cruz en el musical Off Broadway que se realizó sobre su vida; Lucrecia y José Alberto ‘El canario’, presentaron un extraordinario concierto, que dejó al público con ganas de más, en el que se hizo un recorrido por cuatro etapas de la carrera de la “reina”: con la Sonora Matancera en Cuba, con Tito Puente, con las Estrellas de Fania y en solitario.

Martha Moreno y  Elia Knight, hija de Pedro Knight, fallecido esposo de Celia Cruz, recibieron la placa que acredita a ‘La Guarachera de Cuba’ como miembro del Salón de la Fama, del Apollo.

El espectáculo a casa llena se hizo en un año en que además se conmemora el 50° aniversario de que Celia Cruz debutara en el Apollo, año de 1964 en que compartió el escenario con los músicos, el cubano Machito y Joe Cuba, de origen puertorriqueño.

Previo al inicio del concierto se realizó la ceremonia tras la que ‘la Guarachera de Cuba’ se unió a otras estrellas de la comunidad afroamericana que ya forman parte del Paseo de la Fama de las Leyendas del Apollo, convirtiéndose así en la primera latina con dicho reconocimiento.

Elia Knight, hija del fenecido músico Pedro Knight, esposo de Celia, y Omer Pardillo, ejecutor del patrimonio de la cantante, que falleció al perder su batalla contra el cáncer en 2003, aceptaron el reconocimiento del Apollo.

La cantante neoyorquina Amma McKen, sacerdotisa Yemayá, acompañada por tambores Batá fue la encargada de abrir el espectáculo con temas de la religión Yoruba para cubrir así la primera parte de la carrera de Cruz con La Sonora Matancera en que grabó unos tres discos de temas yorubas.

Luego fue participación de Cita Rodríguez, quien dijo ser “bendecida” por haber sido invitada a ser parte de esta noche. Interpretó ‘El yerbero’, ‘La sopa’ y ‘Cúcala’, dejó al público “encendido”, algunos de los cuales ya se habían levantado a bailar. Después le tocó el turno al ‘Canario’, quien compartió durante 17 años los escenarios con Celia, a quien llama “mi negra”.

El salsero dominicano llegó al escenario con su habitual simpatía para rendir tributo a la vida y legado de la ya legendaria cantante con ‘Toro Mataí’ y ‘Usted abusó’.

“En la década de 1970 vi aquí a James Brown y nunca imaginé que estaría cantando en el mismo escenario”, señaló el intérprete que también fue el director musical.

Anissa Gathers, quien es puertorriqueña y tiene madre dominicana, fue una de las más aplaudidas de la velada gracias a su tono de voz -muy parecido al de Celia Cruz- y su magistral interpretación de ‘La dicha mía’ y ‘Bemba colorá’ se ganó de inmediato al público.

Gathers impresionó al presentarse en el papel de Celia, tal como lo hizo en el musical. Como respuesta los admiradores de la artista se levantaron de sus asientos para regalarle un prolongado aplauso.

“Me van a hacer llorar”, reconoció la intérprete durante su presentación.

Lucrecia conquistó de inmediato a los asistentes con su simpatía y maravillosa voz, y también fue vitoreada por su ‘Canto a La Habana’, ‘Yo viviré’, de la que dijo ‘es un himno, su himno para toda la vida’ y ‘La negra tiene tumbao’.

‘Guantanamera’ y ‘La vida es un carnaval’ con todos los artistas en el escenario y el público bailando en todas partes pusieron fin a una gran noche en el Teatro Apollo, en el corazón de Harlem, que no terminó sin antes llevar al escenario al “árbol de la esperanza”.

Esta es una antigua tradición del Apollo que mantiene el tronco de un árbol -que antes estuvo sembrado frente al teatro- y al que los artistas tocan para la buena suerte.

En 1983 el Teatro Apollo fue declarado como monumento histórico de la Gran Manzana e icono de la cultura de Estados Unidos.

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