Con el trofeo en las manos llegará la diseñadora ecuatoriana Gabriela López, luego de representar al país en el Handbag Designer Awards.

La diseñadora, especialista en la confección de carteras, obtuvo el primer lugar en la categoría de Responsabilidad Social. El certamen se premió ayer en Nueva York (EE.UU.).

Este certamen internacional, que fue creado en el 2007, resalta el potencial de diseñadores independientes de carteras y bolsas que participan de todas partes del mundo. Fue creado por Emily Blumenthal, quien para los seguidores de este oficio es un  referente en el diseño de modas.

López cree que haber ganado el concurso es "impresionante".  Se destacó entre 1.500 postulantes de todo el mundo. En primera instancia quedó entre  45 finalistas y luego solo cinco. "Me siento súper bendecida y creo que un impulso para el proyecto.  Creo que por los premios se abrirán nuevas puertas", dijo.

Un año de membresía al Accesories Council y una mentoría por Triclke Up. Esta última organización ayuda a empresas y proyectos de las mujeres en países en vías de desarrollo. Las apoyan hasta que puedan fabricar algo y así mejorar sus ingresos

"Nunca perdí la esperanza,  pero no sabíamos que íbamos a ganar porque habían carteras realmente impresionantes".

Lo interesante de su proyecto es que trabaja con pequeños artesanos de todo el país, quienes se especializan en tagua, tejido en cuero y marroquinería (confección del cuero).

Para el festival, la diseñadora apostó por una cartera tejida de cuero en la parte frontal. Este se convirtió en su gran reto. Cuenta que su diseño es funcional.

Está confeccionada hasta para guardar una laptop. Tiene tres divisiones. En el tejido, elaborado por Sánchez, se demoraron cuatro horas. Pensó en esa creación desde febrero y llegó a ella con base a su experiencia como mamá de una niña de tres años.

“Es una de mis favoritas”, dice, pues señala que le permite  llevar un montón de cosas desde comida hasta sacos. Ese bolso mide 39 centímetros de ancho por 28 de largo, pero la profundidad es una de las características principales. Vacía puede llegar a medir  no más de un centímetro y medio, mientras que llena se expande hasta los 16 cm, lo que la hace original. Usó el color beige, porque cree que combina con todo lo que la mujer se ponga.

“Gracias al talento de nuestros artesanos se logró armarla súper bien”, dice. Es parte de la colección de verano a la que llamó como Nuna (alma en kichwa). “Escogí ese nombre porque pienso que vamos dejando el alma en cada una de nuestras piezas”. (E)