Deep Purple gira en torno a su vocalista Ian Gillan
El 8 de marzo de 2008 Ian Gillan dejó claro que a los 62 años -que entonces tenía- los tonos altos de su voz permanecían casi intactos, con la ayuda de algunas notas agudas que salían de la guitarra de Steve Morse para llenar uno que otro bache durante el concierto de aquella noche en el Ágora de la Casa de la Cultura de Quito. Y claro, hay canciones tan exigentes para el canto que simplemente ya no interpreta.
Child in time, en la que sus falsetes y agudos son inigualables ya no está en los conciertos desde 2002. Aún así, pese a eso, Gillan aún derrocha nitidez vocal. Y eso que él mismo confesó que en la década del 80 se sometió a una tonsilectomía por una afección en sus cuerdas vocales.
Gillan, contemporáneo de Robert Plant, de Led Zeppelin, regresa a Quito con su eterna banda Deep Purple, acompañado por los mismos cómplices que vinieron hace tres años: Morse, el bajista Roger Glover; el zurdo baterista Ian Paice y Dan Airey, el tecladista que desde 2003 reemplaza a Jon Lord, uno de los fundadores de la banda en 1968.
Deep Purple ofrecerá hoy, desde las 17:00, una rueda de prensa en el hotel Marriott donde se hospedarán, según Gisella Heredia, de Top Shows, la empresa que trae de regreso a la banda más ruidosa de 1970, según el libro de Record Guinness. Mañana, desde las 21:00, tocarán en el Ágora, mientras que el guitarrista local Hittar Cuesta será el telonero.
La influencia de Gillan desde Deep Purple ha marcado a los vocalistas de la década del 80, entre ellos, Rob Halford, de Judas Priest; King Diamond, Bruce Dickinson o Joe Elliot, de Iron Maiden y Def Leppard, respectivamente, que vinieron al país en 2009 y 1997. Son cantantes que saben manejar bien las técnicas de falsete.
Durante la historia de la banda, Gillan marcó territorio y eso no le gustó al guitarrista Ritchie Blackmore, otro de sus fundadores. De hecho, este último reemplazó el nombre Roandabout, que tenía el grupo por Deep Purple -porque a su abuela le gustaba una canción que se titulaba así-.
La disputa por el liderazgo la ganó Gillan porque Blackmore se fue definitivamente en 1996. Desde entonces Morse ocupa su lugar, sin que eso afectara a la banda. Lo contrario sucedió durante las veces en que Gillan se alejó de Deep Purple. La primera fue en 1973 y la segunda en 1989.
Gillan fue quien le dio impulso a la banda, algo que no logró el vocalista anterior Rod Evans, cuyo éxito apenas fue Hush, un ‘cover’ que en 1967 Joe South compuso para Billy Joe Royal y que al año siguiente grabó Deep Purple. Gillan le dio personalidad y el estilo hard rock que contrastataba con la era pop y hasta psicodélica de la alineación original de la banda de Hertford, Inglaterra.
Una de las condiciones que Gillan impuso para unirse a Deep Purple fue que incluyeran al bajista Roger Glover, en sustitución de Nick Simper quien se fue con Evans. Desde ahí Gillan imponía su liderazgo.
No obstante, cuando se fue por primera vez el grupo cambió su concepto del hard rock a un estilo más blusero por las influencias que tenían David Coverdale -más famoso con Whitesnake- y Glenn Hughes, el bajista que sustituyó a Glover entre 1973 y 1976.
La ausencia de Gillan generó una decadencia a tal punto que Blackmore salió de Deep Purple y cedió terreno para Tommy Bolin, un guitarrista heroinómano que murió por sobredosis durante la transición. La banda se disolvió.
Fueron ocho años de inactividad. Gillan y Blackmore arreglaron sus diferencias -por lo menos durante cinco años-, pero en el 89 el mítico cantante se fue para que su lugar ocupara Joe Lynn Turner, quien prácticamente pasó inadvertido.
Al ver que Turner no funcionaba, los fans y el resto de músicos -menos Blackmore- llamaron a Gillan para que volviera en 1992. Desde ahí no se ha separado de Deep Purple, grupo con el que este viernes repasará sus clásicos Highway Star, Black Night, Lazy, Space Trucking, Perfect Stranger o la famosísima Smoke on the water, aquella que surgió en 1972 cuando se incendió un casino en Montreux (Suiza), en el que la banda había tocado y en la que debía grabar los temas para el disco Machine Head, el mejor de su carrera. Pero esa es otra historia.