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Cenizas de Winehouse se unirán a las de su abuela
“Buenas noches, ángel mío, que duermas bien. Tu papá y tu mamá te quieren muchísimo”. Con ese mensaje Mitch Winehouse despidió ayer a su hija Amy, la cantante británica que el sábado fue encontrada muerta en su piso de Londres, en una ceremonia privada que se realizó en el cementerio de Edgwarebury.
Al funeral, que fue oficiado por el rabino Frank Hellner, asistieron, además de su madre Janis Winehouse, su familia y amigos cercanos, entre ellos su estilista Álex Folden, el productor Mark Ronson y la cantante Kelly Osbourne, hija de Ozzy, ex integrante de Black Sabbath.
Debido a que la familia de Amy es judía durante la ceremonia hubo plegarias en inglés y hebreo. Además, sonó “So far away”, de Carole King, uno de los temas favoritos de la intérprete de soul, informó la PA.
La agencia británica dijo que luego de celebrarse el funeral los restos de la joven iban a ser trasladados al crematorio del barrio judío de Golders Green, donde su abuela fue incinerada, para previsiblemente cremar también el cuerpo de la cantante. Según PA, los padres de la artista decidieron mezclar sus cenizas con las de su abuela, quien falleció en 2007 de cáncer.
Como ha ocurrido con otros famosos cantantes desaparecidos, la noticia del fallecimiento de Amy, a los 27 años de edad, ha revitalizado las ventas de los dos discos que grabó a lo largo de su carrera musical. Frank (2003) y Back to black (2006) ocupan los primeros lugares de varios países de Europa.
De hecho, este último lidera las descargas digitales en países como en España, Francia, Alemania, Portugal, Grecia, Dinamarca, Bélgica, Holanda, Austria, Luxemburgo, México y Canadá, Mientras que en Reino Unido, Estados Unidos e Irlanda ocupa el puesto número dos.