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Ecuador, 24 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Su lugar de nacimiento sigue siendo un misterio

Carlos Gardel, 80 años no es nada (Galería)

Según una supuesta partida de nacimiento, Carlos Gardel fue inscrito como Charles Romuald Gardes, el 11 de diciembre de 1890, en Toulouse, Francia. Foto: Internet
Según una supuesta partida de nacimiento, Carlos Gardel fue inscrito como Charles Romuald Gardes, el 11 de diciembre de 1890, en Toulouse, Francia. Foto: Internet
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¿Carlos Gardel era francés, argentino o uruguayo? Las dudas han llenado páginas enteras de artículos, ensayos y libros sobre el mayor mito del tango de todos los tiempos. Y lo único certero es que, a 80 años de su muerte, “cada día canta mejor…”.

El 24 de junio (hoy) se cumplirá el 80 aniversario de la muerte del ‘Zorzal criollo’ en un accidente aéreo en Medellín, Colombia.

Y Buenos Aires lo recuerda hoy con un gran homenaje: una muestra en el Museo Histórico Nacional, paralela a la que se exhibe en su vieja e histórica casona de la infancia de la calle Jean Jaures 735, en el barrio del Abasto.

Si 20 años no es nada, como dice su recordado tango ‘Volver’, entonces 80 es cuatro veces nada. Gardel es universal y eterno.

Y la interminable discusión rioplatense de si en realidad nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890, o en Tacuarembó, Uruguay, tres años antes, no cambiará jamás la luz que emerge del mejor cantante y compositor de tangos que ha dado el 2 x 4.

EL TELÉGRAFO recorrió la muestra -que estará abierta hasta el 26 de julio- dedicada a Gardel en una sala del subsuelo del museo ubicado en el colonial barrio de San Telmo, corazón de Buenos Aires.

Allí se puede observar dos documentos que han levantado una gran polvareda en ambas orillas del Río de la Plata. La copia chamuscada de lo que los investigadores uruguayos sostienen que era el pasaporte del cantor y un documento francés en su idioma original.

En el supuesto pasaporte quemado durante el accidente aéreo de Medellín se lee claramente que Gardel nació en Tacuarembó, la ciudad uruguaya que sueña con hacerle un ADN a los restos del mítico ‘Carlitos’ para probar su filiación con María Lelia Oliva, embarazada por el esposo de su hermana Blanca, el jefe militar y político tacuaremboense Carlos Félix Escayola Medina.

Según esa versión, el niño no fue reconocido por ninguno de sus padres y fue adoptado por Bertha Gardes, nacida en Francia, quien se lo llevó de pequeño a Buenos Aires.

La teoría argentina afirma que Gardel nació en Toulouse y que su madre biológica era precisamente Bertha Gardes. Lo único cierto es que Gardel -como sería conocido- vivió desde los 4 años en Buenos Aires y se nacionalizó argentino en 1923.

La copia de ese supuesto pasaporte chamuscado se exhibe en una vitrina a pocos metros de un documento oficial francés, donde se lee claramente la filiación de Bertha y de su hijo Charles Romuald Gardes, el futuro ‘Carlitos’, nacido en Toulouse.

Los uruguayos afirman que Charles Romuald fue en realidad el hijo biológico de la mujer, pero no el verdadero Carlos Gardel.

Pero más allá de este interminable debate, el mítico cantor rioplatense tiene un lugar de privilegio en el museo.

Allí se observan viejas fotografías inéditas de Gardel de niño, de adolescente y de adulto, ya sea en sus primeras épocas de cantor aficionado con cara de ‘pibe’ y otras recordadas cuando ya había alcanzado fama internacional en películas como Cuesta abajo y El día que me quieras. Incluso su última fotografía en Buenos Aires y aquellas tomadas en Colombia antes del fatal accidente.

En otras vitrinas se ven viejos contratos y cheques a nombre de Gardel emitidos por The National City Bank of New York en julio y agosto de 1934 por una suma que por entonces hacía suspirar a unos cuantos en plena crisis de la década del 30: 100 y 800 dólares.

También hay cartas que Gardel escribió a su madre (“Querida mamita”, se lee en el encabezado) y a amigos de la vida, a mano o en máquina de escribir; un set de tocador inglés realizado en plata y con monograma de su nombre y apellido. También su cartera portadocumentos color marrón y con monograma de oro con sus iniciales grabadas.

La muestra también ofrece a los visitantes viejos trajes de la época, como su smoking y guitarra que lució en 1921, una galera usada en la película Tango Bar y su sombrero tipo ‘fungi’ junto a una vieja corbata y una rastra de oro y plata.

Su cigarrera de metal dorado de 1917 luce junto a su vieja libreta negra donde Gardel llevaba registros de sus presentaciones desde 1913 y en las paredes se suceden viejos recortes de diarios de la época que anunciaban en grandes titulares la muerte del cantautor.

‘Murió Carlitos Gardel’, dice en su portada el diario La República del 25 de junio de 1935. También se exhiben titulares y fotos del desembarco de sus restos, su multitudinario cortejo fúnebre y sus exequias.

Al final del recorrido, el visitante siente la necesidad de conectarse con el mito. A una hora de viaje de allí, el cementerio de La Chacarita recibe todos los días a decenas de turistas.

La tumba de Gardel es una de las más visitadas. Y la tradición impone un último homenaje: dejarle a ‘Carlitos’ -el mayor mito de Buenos Aires y del Río de la Plata- un cigarrillo al pie de la tumba, su gran vicio.

Y en silencio, en absoluto silencio, rememorar sus mejores canciones. Porque Gardel, al menos en el sur del continente, cada día canta mejor. (I)

En Medellín los honores también se hacen sentir

Mientras el lugar de nacimiento de Carlos Gardel aún genera polémica en Francia, Argentina y Uruguay, en Medellín desde hoy se honra la memoria del mítico cantor de tangos, con la certeza de que fue allí donde murió hace 80 años.

Con ofrendas, conferencias que prometen seguir avivando los misterios de la vida y muerte del ‘Zorzal criollo’, películas y mucho tango, la segunda ciudad de Colombia inaugurará su noveno Festival Internacional de Tango en honor a Gardel.

El aeropuerto donde murió también será punto clave de los honores al ‘Mago’, pero muchos seguidores están sobre todo atentos a una conferencia titulada ‘¿Qué ocurrió realmente el día que murió Gardel?’, a cargo del experto en aviación Mauricio Umaña, quien reconstruyó el accidente del F-31 en el que viajaba el intérprete.

También acaparará miradas la presentación de la película La caravana de Gardel, sobre el recorrido de los restos del cantante -incluso a lomo de mula- por varios pueblos de Colombia. (I)

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