El año 2018 cerró con el estreno de Bumblebee en los cines nacionales.  

La película funciona como un spin off (derivado) de la exitosa saga de los Transformers,  aliens tecnológicos que se transforman en autos y naves, y que mantienen una guerra que llega a la tierra. 

La cinta, sexta entrega  de los Transformers, se concentra solo en el personaje de Bumblebee, conocido por su flota como B-127. 

Bumblebee plantea novedades en su propuesta,  pues luego de que la saga de Transformers se  diera a conocer con protagonistas masculinos como Shia LaBeouf, y Mark Wahlberg; ahora es una mujer la protagonista, Hailee Steinfield, de 22 años.

La joven actriz encarna a Charlie Watson, una adolescente que intenta superar la “ausencia paterna”  a través de las actividades de mecánica que compartía con su progenitor.  Además de enfrentar los conflictos juveniles sobre la  identidad.

Es ahí que encuentra a Bumblebee, en la forma del ahora clásico Volkswagen amarillo, modelo escarabajo, sin imaginar que es un alien robot con una misión.

A partir de ese momento, surgen los conflictos en los  que tanto Bumblebee, como su dueña (Charlie) tendrán una evolución.   

Un detalle importante es que la producción  está  ambientada cronológicamente en 1987, es decir  veinte  años antes de la primera película de la saga en 2007. 

Aquello funciona como el pretexto para dar referencias al período de la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en la competencia por la tecnología de avanzada.

De hecho, John Cena encarna a Burns,  un militar de Estados Unidos que ve a  todos los transformers como una amenaza mundial.

El año de la historia, 1987, también le brinda la  libertad al  director Travis Knight, de colocar una banda sonora destinada solo para satisfacer al público ochentero.

Y lo logra con temas de The Smiths, Howard Jones, y  Duran Duran, que hacen de Bumblebee una cinta nostálgica moderna. (I)