Su hija Cedella diseñó el uniforme de la selección de Jamaica
Bob Marley amó y murió por el fútbol (Video)
Aunque el chance de Jamaica en la Copa América, que comienza hoy una semana decisiva, finalizó hace rato, vale traer a colación la relación de amor que existía entre la leyenda del reggae, Bob Marley, y el fútbol.
Es que el cantante y compositor jamaiquino amaba tanto este deporte que durante sus giras el balón era, junto con su guitarra, la pieza que no podían faltar en su equipaje. “El fútbol es libertad y un arte en sí mismo. Mi amor por él se debe al hecho de que tienes que tener la maestría para jugarlo”, dijo Marley en una entrevista para la televisión francesa.
La pasión de Bob por el ‘deporte rey’ la comparte también su hija, Cedella, a tal punto que los uniformes que visten los Reggae Boyz, como se conoce también a la selección nacional de fútbol de Jamaica, fueron diseñados por ella.
Cedella Marley al mismo tiempo que uniformó a su selección, convirtió a los jugadores en mensajeros políticos, esto también una herencia paterna.
Quienes vieron a la oncena de Jamaica en acción, quizás recuerden que el tradicional color amarillo de la camiseta tenía un detalle en los extremos: las mangas, el cuello y la parte baja del jersey mezcla con líneas quebradas, el verde, amarillo y negro de la bandera de la isla caribeña que representa los colores de la herencia panafricana de los jamaiquinos, en su mayoría negros.
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Marley formó parte del movimiento rastafari que reivindica la demanda por compensaciones a los afros (por los años de esclavitud de potencias colonizadoras europeas) y la vuelta a África de donde fueron sacados a la fuerza.
Los rastafaris se identifican por sus ‘dreadlocks’ (trenzas del pelo conocidas popularmente como rastas) y por el uso sacramental de la marihuana.
Cuando trataba de explicar su apego por el fútbol, Marley, que no era negro sino mulato, decía: “¿será por los genes?”, en alusión a su padre blanco.
Bob Marley o Robert Nesta Marley Booker, como era su nombre verdadero, fue hijo de Cedella Booker, una afro-jamaicana, y de Norval Marley, un jamaicano blanco de ascendencia inglesa, que murió cuando el futuro cantante tenía 10 años.
Dicen que Marley era hincha de Boys Town FC, un humilde equipo jamaiquino. Aunque también se asegura que tenía devoción por Santos, de Brasil, donde jugaba su gran ídolo: el Rey Pelé.
“A Bob le gustaba ser centrodelantero o volante creativo. Una vez jugamos juntos en el National Stadium de Jamaica y para él fue cumplir un sueño”, contó Alan Skill Cole, una de las máximas glorias del fútbol de Jamaica y manager de Marley en la década de los 70.
Marley, que escribía y componía sus propias canciones, grabó una veintena de discos de estudio y en vivo que dan cuenta de su gran sensibilidad creativa.
Álbumes como ‘Exodus’ (1977), que estuvo en las listas de Inglaterra durante 56 semanas; ‘Kaya’ (1978), ‘Survival’ (1979); ‘Uprising’ (1980), este disco contiene ‘Redemption Song’, el tema más influyente en la historia de Jamaica y un homenaje al movimiento panafricano, dan cuenta de su vasto repertorio.
Marley interpreta está última canción solamente con su voz y acompañado por una guitarra, siendo el único tema en donde no se percibe ninguna nota de reggae.
Paradójicamente, fue el deporte que tanto admiró y amó el que lo condenó a morir a edad muy temprana. En 1977, mientras jugaba un partido con sus amigos en Inglaterra, Marley sufrió un pisotón que le destrozó uno de los dedos del pie.
El accidente le provocó una forma de melanoma maligno en el dedo, que los médicos le recomendaron amputar. Pero el cantante se negó por ‘cuestiones religiosas’.
Cuando murió, el 11 de mayo de 1981, a los 36 años, Bob Marley se llevó a su tumba los tres símbolos de su libertad: su guitarra Gipson Les Paul, una planta de marihuana y… su pelota de fútbol. (I)