Como un payaso al que no hay que tomar en cuenta es como calificó el cantante Luis Eduardo Aute al empresario estadounidense Donald Trump tras sus dichos contra los migrantes.

“Es un payaso, con el respeto de los payasos, un patán rico y tan pobre hombre. Ahí se manifiesta lo que puede sentir el gringo feudal en relación no solamente a México sino a los demás países del mundo; ellos se creen que son los más guapos y los demás somos todos un subgénero”, expresó con una carcajada.

Más adelante, y tras un suspiro, agregó: “No hay que tomarlo en cuenta porque es un payaso, con perdón y respetando la profesión de payaso que hay unos muy dignos como Chaplin que fue uno maravilloso”.

Aute se considera un eterno aprendiz, por lo que no le interesa que le llamen maestro ya que es una palabra muy seria que exige una responsabilidad que no piensa tomar. A lo largo de su carrera se ha interesado por algunos temas sociales como en su anterior visita a México en donde abogó por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

“Me encanta México, le tengo profunda admiración y amistad; en mi próxima vida quiero ser mexicano. Por otro lado también me entristecen las situaciones terribles que están sucediendo que me resultan poco incomprensibles en un país tan civilizado, justo y maravilloso”, dijo a El Universal. 

Contrario a ello, argumenta que tal vez gracias a estos acontecimientos es que hay sectores en todos los países, como en España, Grecia y América Latina, en donde han surgido movimientos para hacer un cambio profundo.

“Recibo con mucha alegría sus intenciones de cambiar el mundo. Son más conscientes de la realidad que les ha tocado desde hace poco, porque hasta hace dos años estaban como en el limbo, y trabajan contra este monstruo que nos devora que llamamos sistema”, indicó quien regresará al país para presentarse el 7 de diciembre en el Auditorio Nacional.

Proyecto. Por medio de un cd homenaje titulado Giralunas planeado hace cuatro años es como se acerca a nuevas generaciones que han grabado sus canciones. Aunque afirma que no a todos los conoce personalmente, a partir de escuchar sus versiones es que se ha interesado por el trabajo de artistas como Natalia Lafourcade, Estopa, Andrés Suárez y Leiva.

“Los considero como mis hijos musicales y alguno de ellos incluso puede ser mi nieto. Les he escrito dándoles las gracias y espero que a partir de ahora tenga la ocasión de platicar con ellos y darles un abrazo físico”.

Las condiciones que el nacionalizado español le impuso a la disquera (Sony Music) es que fueran los propios músicos quienes eligieran los temas de los cuales tuvieron alguna influencia para “destrozarlos y rehacerlos” a su forma y que para todos los que participaran significará algo y no solamente un producto comercial.

En cuanto a las interpretaciones confiesa que en la primera escucha le sorprendió porque son versiones personales y distintas, pero conforme pasaron las escuchas se dio cuenta de algo importante: “Casi me gustan más sus versiones que las mías y en alguna voy a hacerlo a su manera y robarles una que otra idea”, explicó notoriamente orgulloso.

De este material también se desprende su tercer largometraje llamado Vincent y el giraluna, que está basado en la técnica del dibujo en animación que considera hasta primitivo y fue inspirado por el pintor Vincent Van Gogh. “Es mi forma de homenajear a los homenajeadores porque está dedicada a ellos”, asegura.

De no haber hecho su profesión escribir y poner voz a sus letras seguramente habría sido director de cine: “ “Siempre he sido un apasionado del cine, me hubiera gustado dirigir películas cuando era más joven”. (I)