La cantante Amy Winehouse recibió ayer un homenaje en el día en que habría cumplido 31 años, con la develación de una estatua de tamaño real en su amado barrio de Camden Town, en el norte de Londres.

Los numerosos seguidores de Winehouse no tendrán problema en reconocerla, ya que la imagen reproduce su conocido peinado similar a una colmena. Mitch Winehouse, padre de la cantante, dijo que “fue increíblemente emotivo ver la estatua”.

“Es como si hubiesen detenido el tiempo en un momento hermoso”, afirmó. “En verdad esperamos que la estatua le guste a los seguidores de Amy”. La cantante murió hace tres años tras pasar largo tiempo batallando contra el abuso de drogas y alcohol. 

La obra de arte está realizada en cobre y mide lo mismo que Amy: 175 centímetros. Según ha informado «The Guardian», centenares de fans han acudido hasta Londres desde Europa o incluso desde Hawái para ver la reproducción de su artista preferida. Lo cierto es que, aunque faltan sus característicos tatuajes, la escultura guarda un gran parecido con Winehouse.

Más de tres años después del fallecimiento de la popular cantante, su madre, Janis Winehouse, ha escrito un libro en el que recuerda cómo fue el último encuentro que mantuvo con su hija, a quien el día antes de su muerte encontró tirada en el suelo de su casa de Camden (Londres) rodeada de botellas de vino rotas y en tal estado de embriaguez que necesitó la ayuda de su guardaespaldas Andrew Morris para bajar las escaleras.