Américo, el ex metalero que triunfó con cumbia
Es difícil creer que un artista que se convirtió en ícono latinoamericano de la cumbia con apenas 35 años tuvo sus inicios en escenarios a través del heavy metal. Complicado es imaginar que, en la secundaria, Américo -aquel que canta el pegajoso ‘Y vos te vas… ¡te vas, te vas!’- era un metalero de cepa, con botas y con melena, a cargo de la batería en una remota banda denominada Redrum… Conquistador del ‘Monstruo’ de la Quinta Vergara, en Viña del Mar, que le otorgó una antorcha de plata y de oro, junto a la doble gaviota de plata en el 2010, el chileno visita esta semana Guayaquil para hablar de aquellos inicios metaleros, de su carrera actual y, por supuesto, de ‘Américo en América’, el disco que viene a promocionar con un show, que será mañana en el coliseo Voltaire Paladines Polo.
¿Cómo es que un metalero se convierte en cantante de cumbia?
(Carcajada). Por necesidad. Tenía que colaborar en casa. Me hice padre muy joven... y el rock no rentaba para nada.
A veces ese lado del rock es implacable cuando se trata de otros géneros musicales, ¿fue criticado por su ‘cambio de casa’?
Por suerte no tanto. Lo bueno es que en mi tiempo de rockero yo tocaba la batería. Entonces como que por ahí zafé; y cuando hubo oportunidades de tocar en agrupaciones tropicales, no lo pensé dos veces.
¿Extraña el rock?
A veces me dan ganas de ir a los conciertos, pero ahora no tengo tiempo. Mira que mi banda favorita es Megadeth. Ha ido a Chile como tres veces y por mi trabajo se me ha hecho imposible verlos.
- Su tono, con un notable acento chileno, es más bien tranquilo, así como su postura. Las expresiones fogosas con las manos las deja de lado en la entrevista. Más bien las reserva para sus entregas escénicas. Después de su muy “underground” proyecto rockero, Américo se dedicó varios años a la música tropical y en 1995 entró al grupo Alegría, que lo descubrió en una presentación y con el que grabó 11 discos. Luego se hizo solista.
Aunque casi tiene 30 años en la música, ha pasado menos de un lustro desde que su carrera se catapultó, ¿cuál considera que fue el factor que hizo que llegue a la fama?
Definitivamente el decidir qué era lo que tenía que hacer. Qué estilo de canción, con qué temática, cómo tenía que sonar. También creo que sirvió tener la suerte de que una radio importante aceptara mis canciones... y cómo sacar de este grupo a la gente que las escucha...
¿Cree que su música la disfrutan más unos grupos sociales que otros?
Creo que más bien se volvió bastante transversal. A Dios gracias ya no hay un sector socioeconómico específico que me escucha, sino que todos dicen que les gustan mis canciones. Y no solo eso. En edades también hay variedad. Desde niños hasta ancianos.
La cumbia es un género de baile y alegría, ¿cómo es que, aún con esa premisa, usted apuesta por líricas ‘corta vena’?
(Ríe). Esa es la fórmula precisa. Hay que darle a los ritmos tropicales no solo un sentido de fiesta, que inste a la rumba hasta que salga el sol, porque si bien es cierto funciona, de esta manera se encasilla a esta música para solo ese tipo de actividades. Con lo que traigo, creo que le doy la oportunidad a la gente de disfrutar mi música en todo momento: en su celular, en su auto... Considero que es importante que la gente tome estas historias como propias.
En una reciente entrevista con Jaime Bayly describió esto último de forma más precisa: “Mi música es para sufrir bailando”...
Exacto. En conciertos me toca ver a la gente bailando, pero a la vez acompañándome en cada canción con un sentimiento que conmueve. En ese momento les miras las caras y piensas: ¡Para de sufrir! (ríe).
La mayoría de sus éxitos son de composiciones peruanas (del Grupo 5, Hermanos Yaypen, Grupo Néctar...), ¿que lo acerca a este país?
En realidad busqué por todos lados, tendencias como las que constan en mi música hay también en países como México, Bolivia, e incluso Ecuador. Sin embargo, Perú está más cerca de Chile, eso fue determinante al momento de elegir compositores.
- Actualmente posee representantes en países como Argentina, Ecuador y Bolivia, pero todo esto ha llegado después de un trabajo arduo. Es decir, Américo pasó de ser un cantante a ser el cantante, y todo lo logró a punta de sudor y voz. Él no es un producto inventado de la noche a la mañana, asegura. Fue paso a paso, hombro con hombro. Sin duda, la perseverancia es una de sus mayores virtudes.
‘Américo en América’, ¿cuál fue el propósito de bautizar de esa manera su nuevo álbum?
Fue como darle un nombre al momento que estoy viviendo, entre viajes y lugares nuevos, pero también se refiere a las influencias artísticas que tengo y a la gratitud que quiero comunicar a la gente, a los medios y a los países de este continente que me han apoyado.
¿Qué parte de América le falta por conquistar?
Centroamérica, pero de hecho ese es el territorio en el que estamos promocionando mi música en este momento, con éxito, pues nos han llegado ya invitaciones de países como Honduras.
¿Tomó éxitos elaborados o apostó por composiciones nuevas en el CD?
Todas son composiciones nuevas, de Stalin Mogollón, que es quien hizo el éxito ‘Te vas’, y a Juan Carlos Dasani, quien ya me había ayudado con ‘Que levante la mano’ y, por supuesto, incluí algunos sencillos escritos por mí. Todo con un objetivo: no perder la carta de presentación de mi música.
Existen varias colaboraciones en este disco -incluyendo ‘Nuestro juramento’, con Karla Kanora-, ¿de qué manera se eligió a los dúos?
Creo que fue una cuestión de cariño, de voluntad. Acá no aposté por estrategia, que es buena en ocasiones y que también funciona, pero pienso que acercarme y tener un contacto previo con quien grabaré es importante. Por ejemplo, en la canción ‘Yo quiero, yo quiero’ me acompaña Franco Figueroa, a quien conocí al hacerle un coach en un programa parecido a ‘La Voz’, en Chile. Sé que él hará algo importante en su vida y qué mejor manera que esta para ayudarlo.
¿Cuál es la propuesta musical que trae este nuevo proyecto discográfico?
En la mayoría de las canciones predomina la cumbia, que es el género con el que ya la gente me identifica, pero también nos atrevimos y pusimos un par de bachatas y baladas, que son géneros con los que ya había trabajado en años anteriores. Aunque debo reconocer que de todos, le tengo un cariño especial a la primera, que es la que ha pegado más fuerte en mi vida.
¿Proyectos próximos, quizás alguna otra colaboración ecuatoriana?
Un posible trabajo junto con Juan Fernando Velasco. No quiero interrumpir la idea, así que no puedo dar mayores detalles. Adelanto, no obstante, que será algo que identifique mucho a Ecuador y a la música popular.
EL SHOW DE MAÑANA
Américo le habría gustado que Karla Kanora lo acompañe en el show de mañana, pero ella está de gira. A cambio contará con la colaboración del colombiano Pipe Bueno. Allí presentará el disco con 12 músicos en escena, y entre otros: ‘ Te vas’, ‘Que levante la mano’, ‘El embrujo’...
Las entradas al concierto cuestan 20, 25 y 45 dólares. Están a la venta en los locales de Ecutickets, del centro comercial San Marino.
ALGO MÁS
Nombre
Domingo Jhonny Vega Urzúa.
Nacimiento
24 de diciembre de 1977.
Lugar
Arica, Chile. Actualmente vive en Miami y Santiago.
La anécdota
Es hijo del cantante de boleros Melvin ‘Corazón’ Américo, a quien debe su nombre artístico.