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Alberto Plaza: "Todo empezó con ‘Que cante la vida’"
El chileno Alberto Plaza está celebrando sus ‘30 años’ de carrera con una gira que lo llevará por toda Latinoamérica y que tendrá su parada en Quito el próximo 31 de julio, en el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en donde compartirá escenario con el argentino Alejandro Lerner y el ecuatoriano Francisco Terán.
Como parte de los festejos por sus tres décadas musicales, el intérprete de ‘Aventurera’, ‘Bandido’, ‘Polvo de estrellas’, entre otras, quiso compartir sus vivencias con los lectores de este diario, desde su residencia en Miami.
¿Cómo está celebrando estos 30 años de música?
Muy emocionado porque acaba de salir el disco ‘30 años’, que solo se podrá comprar en mis conciertos. Tiene 28 de los temas más importantes de mi carrera más un DVD.
¿Cuál es su balance de estas tres décadas en los escenarios?
Totalmente positivo. Mi vida ha estado llena de alegrías y algunos tropiezos de los cuales he sabido reponerme, pero sobre todo, el balance final es inmensamente positivo. La música me ha llevado a recorrer varios países, regiones y a conocer un público de diferentes ideales y condiciones. Escoger la música fue un privilegio.
¿Hubo otras opciones?
Nací músico, pero antes de serlo de manera profesional viví una etapa de confusión, porque al salir del colegio no sabía qué quería ser. Llegué a la universidad con tanta confusión que primero estudié Ingeniería civil, después Ingeniería comercial y terminé en Publicidad, donde las cosas comenzaron a aclararse porque esta carrera tiene mucho que ver con elementos artísticos del cine, fotografía, escritura creatividad y música. Fue ahí cuando me motivé a escribir ‘Que cante la vida’ y fui a Viña del Mar y quedé en tercer lugar. Desde entonces sigo en los escenarios.
Pero no fue hasta ‘Aventurera’ y ‘Bandido’ que se consolidó...
Esas son dos de las canciones más importantes de mi carrera. Fueron número uno en varios países. Las hicieron cover en varios lugares y cantado en ritmos diferentes, hasta en reguetón. Pero debo decir que la canción más importante de mi carrera es ‘Que cante la vida’, porque es con la que empezó todo esto, hasta el día de hoy.
¿Y la vida cómo lo ha tratado?
Solo tengo palabras de agradecimiento con la vida y conmigo mismo, aunque suene raro. Creo que uno mismo es la causa de todo lo que te ocurre alrededor, sea bueno o malo. En mi caso todo ha sido más bueno que malo.
¿Cuál es la clave para seguir componiendo canciones de amor?
Lo que pasa es que el amor está instalado en el corazón de la gente. Todos cantan sobre amor, solo que unos lo hacen desde la rabia, frustración, ternura o desde la esperanza, como yo. Un rockero le canta al amor pero desde la rebeldía... pero sigue siendo al amor.
¿Con este auge de la música ‘urbana’ le ha sido más difícil ubicar sus baladas?
Aunque toda música puede convivir perfectamente, para mí se me ha hecho difícil porque las radios están volcadas a otros estilos más tropicales y están cerrados a los de corte romántico. Por suerte hay otros espacios para proyectarse, como YouTube, redes sociales o con las descargas, más aún con lo de la piratería que sigue matando a la industria.
¿Ha tenido que fusionar estilos?
Tengo canciones que contienen elementos de la salsa y en Colombia fusioné hasta con reguetón. Pero la gente quiere seguir escuchando todas mis canciones en mi propio estilo. En mí las fusiones no caben tanto.
Hay quienes aseguran que la gente ahora se enamora de la billetera... ¿Qué opina de eso?
No he escuchado esa frase, pero lo que sí te puedo decir es que con todo el exceso de información que tenemos ahora, creo que se está creando una especie de alineación en donde las personas pierden su centro. Me doy cuenta de que la gente necesita de un liderazgo más espiritual para alejarse de ese apego a lo material y volver a su esencia. Hay tanta confusión que se están produciendo cambios profundos en la sociedad.
Hablando de cambios sociales, ¿sus temas podrían adaptarse al amor que existe de un hombre a otro o de una mujer a otra?
La familia se construye de un hombre a una mujer y no seré yo quien le cante a relaciones amorosas del mismo sexo, respetando, desde luego, la realidad que hay ahí.
¿La piratería afectó los dos discos que grabó en Ecuador?
Fue un honor inmenso poder materializar un sueño largamente anhelado. Quería hacer este homenaje al Ecuador porque es una tierra que quiero profundamente. Una parte de mi corazón es tan ecuatoriano que disfruto y sufro igual que ustedes cuando juega la selección ecuatoriana. Volviendo a los discos, debo decir que ambos se vendieron en menos de tres horas y forman parte de los proyectos más bellos que he hecho en mi vida. La piratería no ganó esta vez.
Como jurado de reality musical y haber grabado con artistas de Ecuador, ¿cuál es su apreciación de nuestra música?
La multiplicidad cultural que existe en Ecuador ha sido la gran ventaja que tiene la música ecuatoriana, porque en ella se mezclan las sonoridades de tantas culturas como la negra, mestiza, indígena y española. Para mí, que vengo de un país donde no existe esa mezcla, es un lujo haber grabado música ecuatoriana. Tienen tanto que exportar y mostrar a las nuevas generaciones.
Alejándonos de la música, ¿cómo celebró el triunfo chileno en la Copa América?
Lo hice desde Miami. Me perdí el triunfo del equipo de mis amores, La U, y este triunfo tan esperado en la Copa América. Yo iba a ese estadio desde niño, me iba solito a ver jugar a la U y hasta fui dirigente deportivo del club.
¿Qué opina del escándalo Jara-Cavani?
Hay que sacar del fútbol a la gente que ensucia todos los esfuerzos que hacemos los padres para criar con ética y moral a nuestros hijos. Hay que sancionar los antivalores y a esa gente que miente dentro de la cancha.
Cuando está en Ecuador, ¿de cuál equipo es hincha?
Del ‘cuenquita’ (risas). Tengo un gran amigo que está ligado a ese club y me hizo cogerle mucho cariño. Soy del ‘cuenquita’.
Con esa facilidad que tiene para componer, no le ha dado por escribir algún libro...
Estoy escribiendo una novela que pienso llevarla al cine. Tengo unos contactos con gente que hace buen cine en Los Ángeles. No puedo adelantarles más, pero sé que les va a gustar.
¿Qué libros tiene en su biblioteca personal?
Siempre recurro a los clásicos, porque no me gusta perder el tiempo con lo que ahora se publica. Creo que la verdadera literatura está en los clásicos de autores como William Shakespeare, Ernest Hemingway, Allan Poe y muchísimos más. Por supuesto, los autores latinos son esenciales en mi vida como Gabriel García Márquez, Ernesto Sábato, entre otros, porque me han ayudado a formar la manera con la que veo el mundo.
¿Y le alcanza el tiempo para la fundación ‘Voy a cambiar el mundo’?
Ese proyecto nació de gente que usó mis canciones como pretexto para ayudar a los niños, que son los más desprotegidos. Siempre hay que hacer eco de las buenas ideas e intenciones.
¿No le gustaría llevar esas buenas ideas a la política? ¿Concuerda con una política?
Mi mente y mi espíritu no tienen compatibilidad con la política. No me identifico con ninguna porque creo que tienen una forma sesgada de la realidad. Ahora se viven cambios en Latinoamérica que no necesariamente tienen que ser malos, pero de momento no confío en los políticos.
¿Qué le falta por hacer?
Me gustaría tener mi programa de entrevistas en la televisión. Se lo propuse a Teleamazonas, pero no podían en ese momento. De todas maneras sé que lo haré porque tengo guardado en mi cabeza hacerlo. (I)