El ganador del Oscar, Ben Affleck (Argo, Batman vs. Superman: el origen de la justicia), protagoniza en El Contador, del director Gavin O’Connor, a Christian Wolff, un genio de las matemáticas que prefiere involucrarse con los números a sociabilizar con sus pares, aunque detrás de su inofensiva apariencia de contador se esconde su verdadera identidad: es el encargado de llevar la contabilidad de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo.

Su doble identidad lo obliga a llevar una calculadora rutina en la que no hay lugar para el azar. Una especie de genio autista al servicio del crimen organizado. El filme se estrenó ayer en Ecuador.

Al prepararse para interpretar el rol, Affleck pasó cuatro meses con niños y adultos autistas. Fue una experiencia insólita para el actor.

“Un día estaba sentado en el aula y todos los que estaban sentados frente a mí estaban en el espectro del autismo”, señaló en Beverly Hills a la prensa internacional.

“Un buen número de las personas llegaron con una camisa de Batman. Resulta que el personaje tiene muchos admiradores”, añadió el actor que se puso en la piel del Hombre Murciélago por primera vez en El origen de la justicia.

Affleck aseguró que el nuevo papel fue uno de los más difíciles que ha asumido. “Lo que me gustó es que uno piensa que va a ser una película de cierto tipo, pero después uno ve que es algo inteligente y más interesante desde el punto de vista temático”.

“Este libreto me conmovió en muchos niveles”, aseguró Affleck, tras lo cual hizo una declaración sobre el autismo. “Yo quería honrar, respetar y homenajear a esas personas. Es un momento excelente para ser diferentes en el mundo. Ser diferente no tiene que serlo en el mal sentido, es simplemente ser diferente”.

Además, el actor señaló que no quería hacer que las cosas fueran sensuales o glamorosas en esta película. “Queríamos asomarnos a la realidad de esa vida y decir que lo diferente puede ser mejor. A fin de cuentas, es una historia de superhéroes”.

Según relató el actor, El Contador le exigió más preparación que cualquiera de las películas anteriores.

“Necesité mucha preparación”, afirmó. “Gavin (O’Connor) y yo queríamos hacerla real a la película, en lo que se refiere al manejo del autismo, a diferencia de la idea del autismo que prevalece en Hollywood. Fue muy importante que yo saliera a hablar con la gente para poder armar a mi personaje”.

“Mi experiencia me dice que la mejor opción es trabajar con un buen director y, si lo logro, la mejor opción es seguir las indicaciones, alinear el barco con el de ellos, seguir su visión, porque no puedes dirigir si no has sido contratado como director”, dijo Affleck.

El proceso también implicó superar sus propias nociones preconcebidas sobre el autismo. “Creo que llegué a esto con la idea de que las personas autistas son retraídas, que no fue el caso con muchos de los que conocí. Esas personas eran graciosas e ingeniosas. Me vestí de ellos para trabajar en esta película, aunque sea por un momento”. (I)