19 años sin Cobain, el ícono del grunge noventero
Corría el 5 de abril de 1994, día fatídico para la música y para los seguidores del grunge. Fue la fecha en que se conoció el deceso del máximo exponente de este subgénero del rock, Kurt Cobain, líder de la mítica banda Nirvana, que precisamente sacó al grunge del subterráneo.
Ocurrió cuando el cantante cursaba los 27 años. Es decir, Kurt pertenece a ese oscuro grupo de estrellas que murieron a esa edad, denominado Club de los 27, del que forman parte leyendas como Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y -más recientemente- Amy Winehouse.
Mucho se ha dicho de la muerte del vocalista de Nirvana, una de las más importantes afirmaciones es que su fin no llegó por suicidio, como se conoció por versión oficial, sino que fue un crimen bien planificado del que podrían barajarse culpables como la propia esposa de Cobain, pero esto jamás se confirmó.
Sí se sabe, sin embargo, que el artista tenía una notable tendencia suicida. El 4 de marzo de 1994, un mes antes de que encontraran su cuerpo sin vida, ingresó al hospital en estado de coma después de un fallido intento de suicidio al tomar un coctel de medicamentos. Fue considerado oficialmente como un accidente, pero sus familiares sabían la verdad.
La actitud autodestructiva de Kurt se desprende de una juventud complicada. Sus padres se divorciaron cuando tenía 8 años, lo que lo afectó profundamente. De la noche a la mañana pasó de ser la alegría de la casa a convertirse en un niño tímido e introvertido. Veinte años más tarde el propio Kurt reconocería que el divorcio de sus padres había sido el mayor trauma de su existencia.
Vivió con el segundo marido de su madre y con ella un tiempo, luego con su padre y su madrastra, y por problemas de convivencia con esta última se mudó a casa de varios tíos, entre ellos Chuck, hermano de su madre, quien, cuando Kurt cumplió 14 años le regaló una guitarra. La primera canción que aprendió a tocar fue ‘Back in Black’, de AC/DC.
Tres años más tarde, a los 17, regresó por última vez a casa de su madre, que vivía con un tercer conviviente. Eran los días en que Nirvana tomaba forma, allá por 1985. Por problemas en la actitud de Kurt, su progenitora lo echó de casa y durante un verano él acampó debajo de un puente y pedía posada en casa de sus amigos.
Comenzó a trabajar como el chico de la limpieza en pensiones y consultorios de dentistas en el tiempo en que su banda empezaba a tener renombre y cuando un nuevo desestabilizador de emociones llegó a su existencia: la heroína. Empezó a consumirla a principios de los noventa. Él decía que la usaba porque era como un escudo contra las largas jornadas de trabajo y las giras, y también para calmar el dolor que le provocaban las úlceras estomacales y la irritación de los intestinos, de las que sufría desde niño.
En 1990 es cuando ve la luz ‘Nevermind’, que logró vender unos 50 millones de copias, lo cual dejó como resultado la ganancia de unos $ 550 millones de dólares. Esto ocasionó que los integrantes de Nirvana se volvieran millonarios de forma instantánea.
El 24 de febrero de 1992 Kurt Cobain se casa con otra cantante norteamericana de rock, Courtney Love. Es la líder de Hole (un grupo formado por solo mujeres), conocida por su carácter problemático. El suyo fue un matrimonio conflictivo en el que abundaron las drogas, la violencia y del cual nació su única hija, Frances Bean.
En 1992 ve la luz otro de los discos de Nirvana: Incesticide. Es una recopilación de temas inéditos que solo se oyen en los conciertos en directo del grupo, como por ejemplo ‘Sliver o Son of a gun’ y el preludio de su último disco llamado In utero.
Los problemas personales de Kurt Cobain son cada vez más importantes. El 5 de abril de 1994 muere de un disparo en la cabeza aunque su cadáver no apareció sino tres días después.
Su cuerpo fue encontrado por un electricista que iba a la casa a instalar un sistema de seguridad. Al ver que nadie le contestaba en la puerta principal, se fue a dar la vuelta para ir a la parte trasera. Allí vio algo que -según él- parecía un maniquí tirado en el piso, pero que tenía sangre en la oreja. Dio aviso a la Policía y cuando abrieron la puerta hallaron a Kurt muerto en el piso.
Cerca de él había una nota de suicidio escrita en tinta roja, supuestamente dirigida a su hija, Frances, que solo contaba con 19 meses de edad. Algunos investigadores de su historia, sin embargo, afirman que la misiva era para los fans de Nirvana.
Entre otros apuntes, se podía leer: “Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock and roll. Me siento increíblemente culpable. Cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del publico, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. De echo no los puedo engañar a ninguno ustedes.
Simplemente no sería justo ni para ustedes ni para mí, simular que me lo estoy pasando el 100% bien. Sería el peor crimen que me pudiese imaginar. (...) Es mejor quemarse que apagarse lentamente”.
Tal fue el impacto de su muerte que muchos jóvenes de todo el mundo se suicidaron al enterarse de la noticia.