La tecnología se impone en el mundo que ya se habla de la moda 3.0. Es que se aplica en todos los ámbitos: en el diseño, la producción y la promoción. Todo va de la mano. Así lo resaltan las revistas especializadas del sector, como Glamour, GQ, Vogue, entre otras.

Con este punto de vista coinciden los expertos ecuatorianos que también usan programas que mejoran y optimizan el trabajo. Esto se aplica, sobre todo, en quienes producen colecciones que se entregan al por mayor y que tienen diversidad de tallas.

Uno de los íconos de la moda que no solo sobrevivió a la transición de la tecnología, sino que lidera el mercado es Tommy Hilfiger. Así lo cuenta el diseñador transgeneracional de GQ en una entrevista concedida previo al desfile de primavera y verano que se realizó a inicios de 2018 en Milán (Italia).

Al ser consultado sobre “¿Cómo maneja la gran velocidad que la industria de la moda ha alcanzado en los últimos años?”, respondió que “es muy difícil desde el punto de vista tecnológico. Nosotros lo adoptamos desde el primer momento, adelantándonos y nos hemos convertido en líderes en tecnología”.

Una de las modalidades de la cual es pionero es See Now- Buy Now que permite al cliente adquirir la prenda casi simultáneamente mientras observa el desfile de temporada.

Antes pasaban meses para que los modelos que se veían en la pasarela llegaran a manos de los consumidores.

La modelo exhibe uno de los trajes de la colección de Tommy Hilfiger en la pasarela de la moda en Europa. Foto: Instagram

En Ecuador también funciona con celeridad. Las grandes cadenas nacionales se encargan de armar colecciones tecnológicamente, lo que permite optimizar tiempos y ahorrar materiales.

Así lo explicó el diseñador ecuatoriano Nino Touma. “En la actualidad si un diseñador no tiene el programa Gerber, no se cómo puede trabajar, porque ahí se trabaja todo el patronaje, porque es lo básico”.

Detalló que una colección se la puede obtener en tres días, los patrones salen impresos directamente y es más fácil hacer las rectificaciones.

Detalló que en su caso es básica la tecnología, pero que para aplicarla se deben dominar las herramientas para optimizar recursos, tras resaltar que en su caso sus colecciones pueden competir con cualquier marca extranjera, puesto que tecnológicamente van de la mano.

Todo depende de la inversión que se haga, considera que en Ecuador todavía falta desarrollar la industria.

Mariela de Silva, directora de carrera de Moda del Instituto Eurodiseño, detalló que en las aulas enseñan la parte manual y la tecnológica para que los estudiantes tengan nociones básicas.

La docente Cristina Muñoz detalló que en los últimos semestres los estudiantes aplican los programas de diseño digital para dominar las herramientas. “Hace unos 20 años se ilustra digitalmente las muñecas, eso ayuda a que los colores sean más reales”. Lo digital ayuda a agilitar el trabajo, a esto se suma la producción en lo que también se aplica la tecnología.  

Las docentes destacaron que en algunos en países como Colombia, el desarrollo es mayor, resalta que desde ese país llegan telas con tecnología, están las que controlan la sudoración o las que llevan las ilustraciones personalizadas, lo que ayuda a los diseñadores a poner su marca distintiva en sus diseños y que se diferencien de sus colegas.

“Es como que el estampado lo crea el diseñador, eso se hace muchos años en el mundo, pero en el país está hace cinco años, -Muñoz detalló-, y que cada vez es más accesible porque al haber más oferta el costo es más accesible para los diseñadores”.

La moda es una mezcla de inspiración de los diseñadores con las bondades de la tecnología. Sobre todo porque la industria de la moda está proclive a desarrollarse adecuadamente en la era digital.

Los más arriesgados incorporan la tecnología en ropa y accesorios, siempre acompañados de redes sociales, que son el escenario idóneo para crear tendencias. Por ejemplo, Michael Kors fue uno de los primeros en utilizar Instagram para difundir su campaña. (I)