Polémica por software que copia información
Un software instalado en millones de teléfonos inteligentes destinado a evaluar el rendimiento de los aparatos se ha convertido en el centro de una nueva polémica sobre violación de la privacidad de los usuarios en EE.UU., publicó ayer en su página web el diario neoyorquino The Wall Street Journal.
El sistema, perteneciente a la empresa Carrier IQ, ha sido acusado por expertos en seguridad informática de dedicarse a coleccionar datos sobre el empleo del dispositivo e incluso el contenido de los mensajes de texto (SMS).
Ese escándalo salió a la luz a través de unas informaciones publicadas en varios blogs, en las que se ponía como ejemplo cómo supuestamente el software de Carrier IQ almacenaba datos de un teléfono HTC con sistema operativo Android de la gigante de Internet, Google.
Según el diario norteamericano, Carrier IQ se apresuró a desmentir las acusaciones y aseguró que emprendería acciones legales contra quienes sugirieran que estaba atentando contra la intimidad de los usuarios de la telefonía móvil.
La empresa negó que su tecnología se dedicara a registrar, almacenar o transmitir contenidos de los mensajes, correos electrónicos, fotografías, audio o video, y dijo que el único propósito de su software era medir el funcionamiento de los teléfonos y ayudar a detectar a tiempo problemas para mejorar el rendimiento de sus equipos.
Google indicó que no tiene ninguna relación contractual con Carrier IQ, pero que su sistema operativo Android se ofrece a los fabricantes de telefonía con la opción de que puedan hacer modificaciones en este, de acuerdo a sus necesidades o a las de las compañías de telecomunicaciones.
El rey de Silicon Valley, Apple, comentó que había comenzado ya a dejar de utilizar ese software en sus dispositivos con sistema operativo iOS 5 y Nokia confirmó que jamás había estado presente en sus teléfonos, lo mismo que Microsoft en su Windows Phone.
Por su parte, HTC apuntó que algunas operadoras de telefonía pedían la instalación de ese software en sus aparatos, como el caso en EE.UU. de AT&T, T-Mobile y Sprint (no así Verizon), que dijeron utilizar la tecnología de Carrier IQ para tener datos sobre su red para realizar mejoras en el servicio.
Este caso se suma a las anteriores polémicas suscitadas por los sistemas de rastreo y localización que permiten que los teléfonos funcionen como GPS y que salpicaron a Apple y Google al trascender que sus dispositivos guardaban un registro de los movimientos de los usuarios que utilizan los móviles.