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En los inicios del "software" la mujer dejó su impronta

Grace Hopper, matemática y militar de Estados Unidos, es considerada la madre de la programación informática.
Grace Hopper, matemática y militar de Estados Unidos, es considerada la madre de la programación informática.
Vassar College
14 de septiembre de 2019 - 00:00 - Redacción / El País

En abril de 1967 la edición estadounidense de la revista femenina Cosmopolitan publicó un reportaje titulado “Las chicas informáticas”.

Las fotos eran de una joven programadora de IBM rodeada de hombres ingenieros. El sueldo en 1967 en ese nuevo trabajo podía alcanzar $ 20.000 al año, 150.000 euros al cambio actual y tras calcular la inflación.

Antes de la llegada del ordenador personal, cuando las computadoras eran aparatos que ocupaban habitaciones enteras, las mujeres eran casi la mitad de las empleadas en programarlos. Fue un momento histórico especial, con sus características y que duró hasta mediados de los años 80, recuerda el escritor Clive Thompson en su nuevo libro “Programadores. La creación de una nueva tribu y la recreación del mundo”, publicado solo en inglés.

Algunas razones
¿Por qué las mujeres dominaron el inicio del software? Porque era un sector nuevo y el prestigio estaba en algo cercano pero distinto: el hardware. “Una de las razones por las que en los 60 los hombres no eran programadores a tiempo completo es porque la parte sexi, gratificante era el hardware”, construir los ordenadores, dice Thompson.

Ahí estaba el dinero que invertía el Gobierno y las grandes dificultades intelectuales. La programación era un punto intermedio entre los ingenieros y las secretarias: “Las programadoras de carrera no eran personal investigador, sino que servían al personal investigador”, escribe Thompson.

A pesar de su peso, los clichés de la época eran imbatibles. Grace Hopper, matemática de EE.UU. y una de las pioneras que ayudó a crear el primer ordenador programable, el Eniac, decía en el texto de Cosmopolitan, que programar es “como preparar una cena”. Había que planificar “los detalles con paciencia”.

La consolidación de las mujeres como programadoras llegó a su cima, según Thompson, en 1984. Al principio de ese año el 37,1% de los estudiantes de informática en EE.UU. era de mujeres.

A partir de ahí, la caída. En 2012, el porcentaje rondaba el 17%. El dato es más impactante porque en otras carreras, las mujeres estudiantes aumentan desde los años 60. En medicina o derecho rondan el 50% desde unos inicios que no llegaban al 10%.

Por qué fueron desplazadas
¿Qué ocurrió para que las mujeres desaparecieran de la informática o para que los hombres llegaran a desplazarlas? Uno, el software era cada vez más importante y las empresas empezaban a nombrar  directivos con esa formación.

Una cosa era introducir programadoras para que teclearan; otra distinta era hacerlas directivas.

Dos, la llegada de los ordenadores personales a los hogares. Los adolescentes podían trastear desde muy jóvenes con sus Commodore 64. Según un estudio sobre la diferencia entre géneros de Jane Margolis, de la Carnegie Mellon University, en los años 90, los padres tenían el doble de probabilidad de regalar un ordenador a un hijo que a una hija. Y era más fácil meterse en la carrera con conocimientos previos.

Y tres, la llegada del dinero. “Como los sociólogos han demostrado hace tiempo”, escribe Thompson, “cuando un sector está cada vez mejor pagado y es prominente, los hombres que lo habían despreciado se apresuran a entrar”. (I)

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