La extensa política de privacidad de la aplicación contiene detalles ambiguos para los gamers
Pokémon Go puede acceder a los contactos de sus jugadores
Pókemon Go, ese juego que ha puesto al mundo a cazar monstruos en las calles, aterrizó en Ecuador el pasado miércoles. Minutos después, las avenidas de las principales ciudades del país se fueron llenando de gamers (jugadores), todos con un ojo en la pantalla de sus teléfonos inteligentes y el otro —no siempre— mirando al frente para evitar accidentes. Pero el frenesí por descargar esta adictiva aplicación ha hecho, como casi siempre, olvidar a los usuarios que deben revisar las políticas de seguridad del juego.
Un primer llamado de alerta a escala mundial ocurrió cuando el senador estadounidense, Al Franken, el pasado 12 de julio (cuando recién salía Pókemon Go), solicitó a los desarrolladores del juego una explicación sobre la recolección de datos de los jugadores.
Y es que si uno lee la ‘letra pequeña’ del extenso texto de la Política de privacidad de Pókemon Go se encontrará con una serie de ambigüedades que alertan a los defensores de los derechos civiles.
El portal electrónico www.xataka.com realizó un extenso informe sobre todos los datos de los jugadores que Pokémon Go recopila y almacena en sus administradores.
“Cuando te registras en el juego, bien con una cuenta del Club de Entrenadores Pokémon o con una cuenta de Google, Niantic explica que recopilan ‘cierta información que puede usarse para identificarle o reconocerle’. En concreto, con esta ‘información personal de identificación’ se refieren al correo electrónico y a los datos ‘a la que nos permita acceder la configuración de privacidad de su cuenta de Google, CEP o Facebook’”, reseña el sitio.
La agencia Infobae, de Argentina, revela que el juego necesita acceso a la geolocalización del jugador para funcionar. Esos datos, además de ser recopilados por la empresa, también se pueden compartir con otros usuarios.
La empresa también detalla que, al tener su sede central en Estados Unidos, los datos serán transferidos a este país y se aplicarán las normas de protección de datos que rigen allí.
Pero quizá lo que más preocupa a los especialistas es que al descargar Pókemon Go el usuario permite que accedan a sus contactos y a los ajustes de Bluetooth. “Aunque en la política de privacidad de Niantic no se menciona, la aplicación para Android sí exige ese permiso”, destaca Infobae en su publicación.
Pero lo paradójico del asunto es que todo este compartimiento ‘ambiguo’ de parte de Niantic —creadora del juego— está claramente explicado en los términos de privacidad.
En ese texto se manifiesta que todos los datos almacenados pueden compartirse “con terceros” para desarrollar “investigaciones y análisis, perfiles demográficos y otros fines similares”. También pueden compartirse con los gobiernos o agentes de la ley si una demanda legal lo requiere, para frenar “actividades ilegales o inmorales” o para proteger los propios intereses de la empresa.
En el caso de que un usuario no desee seguir siendo blanco de almacenamiento de sus datos personales, deberá eliminar la aplicación y enviar una solicitud a Niantic para que borren esa data; sin embargo, —nuevamente en la política de privacidad— se aclara que “cierta información puede permanecer en las copias archivadas o las copias de seguridad para nuestros registros o para responder a otros requisitos legales”. (I)