El archivo de la información es otro reto
La astronomía abre desafíos inéditos de análisis de datos
En las próximas dos décadas, la información que los astrónomos obtengan desde los cielos superará la capacidad de almacenamiento y análisis de los actuales observatorios astronómicos, haciendo urgente mejorar la tecnología de las computadoras ya existentes.
“No tenemos tecnología el día de hoy para resolver ese problema, entonces los observatorios están trabajando con la industria de computadoras para inventar las soluciones tecnológicas”, declaró Jorge Ibsen, director del departamento de Computación e Informática de ALMA, el radiotelescopio más poderoso del mundo ubicado en el norte de Chile.
Expertos de 33 países se reúnen en Chile esta semana en la conferencia mundial de Análisis de Datos Astronómicos Sistemas (Adass, en inglés) para analizar los desafíos inéditos de almacenamiento y análisis de datos que supone la puesta en marcha de nuevos complejos astronómicos.
El observatorio ALMA -con sus 66 antenas- genera un terabyte de datos al día en sus centros de almacenamiento, lo que equivale a 250.000 canciones en formato mp3 o 500.000 fotografías.
“La capacidad de estas computadoras equivale a billones de laptops (ordenadores portátiles)”, explica Ibsen.
La enorme cantidad de información que generan los modernos observatorios construidos en los últimos 20 años han provocado una verdadera sinergia con la industria de las computadoras, que ahora se enfrenta a la tarea de crear tecnología para abastecer los próximos telescopios que se construirán hasta 2030.
“Para abastecer estos radiotelescopios en los próximos cinco años debemos trabajar en computadoras más prácticas, más eficientes, y hacerlas más baratas”, declaró el chileno Juan Carlos Guzmán, jefe de computación de la Australian Telescope National Facility.
El Gran Telescopio para rastreos sinópticos (LSST, en inglés) -que se construye en el norte de Chile- alcanzará los 30 terabytes por noche en 2022.
Entregará información nunca antes conocida sobre galaxias distantes, asteroides cercanos e incluso sobre la misteriosa energía oscura que está expandiendo el universo. Mientras que el conjunto de telescopios SKA, con base en Australia y Sudáfrica, generará 360 terabytes por hora en 2030.
La recopilación manual de datos astronómicos quedó obsoleta con la instalación de los avanzados telescopios como ALMA (Atacama Large Milimeter/Submilimeter Array), instalado en 2013 en el desierto de Atacama, norte de Chile, donde se concentra el 40% de la observación terrestre del universo gracias a sus diáfanos cielos y baja humedad. (I)