Punto de vista
Cómo prevenir ser víctima de fraudes en Internet
Cada vez son más frecuentes los casos de fraude por Internet y es que esta herramienta se ha convertido en un gran atractivo para los defraudadores por todas las ventajas que ofrece.
Frecuentemente los defraudadores combinan las nuevas tecnologías con algunos trucos más viejos, como SMS o llamadas telefónicas, para conseguir que las personas les envíen dinero o les den información personal.
Es cierto que las personas mayores, por desconocimiento de la tecnología, tienden a morder ese anzuelo y además otro foco importante son los jóvenes, porque son los más inocentes al realizar algún tipo de descargas.
Aunque, en cierto modo, todos podemos ser víctimas de estos fraudes. Por suerte, todas estas situaciones podemos evitarlas conociendo un poco más sobre el tema y siguiendo algunos consejos que voy a detallar más adelante.
Vamos a conocer qué tipos de estafas son las más habituales y qué debemos hacer para evitarlas:
1. Estafas con pagos anticipados
Los ciberdelincuentes convencen a sus víctimas para que les paguen dinero por adelantado y a cambio les prometen una recompensa, que nunca recibirán.
Podemos encontrarnos con estos tipos de estafa:
Estafas en compras online: cuidado con lo que compran por Internet.
En este tipo de estafas, primero el cliente compra y paga el producto y el vendedor se queda con el dinero y desaparece, sin entregar nunca el artículo. Puedes encontrarlos en cualquier página web.
Estafas sentimentales: el medio más común utilizado es Skype o Whatsapp, donde a través de ellos, el ciberdelincuente intenta flirtear con la otra persona de forma sutil para después pedirle dinero en esa cita esperada.
Timos de caridad: el delincuente suplanta la identidad de una organización para pedir donaciones o ayudas de acontecimientos que ni siquiera existen, como un desastre natural, una enfermedad o un problema realmente grave de alguien.
Ofertas falsas de trabajo: estas se han convertido en las más conocidas estos últimos años. Te engañan ofreciéndote un puesto de trabajo con un sueldo alto. Lo que no convence tanto es que el requisito para ser contratado es pagar previamente una cantidad de dinero para tramitar los papeles del contrato o para costear los materiales que se necesitan para iniciar el trabajo.
Blanqueo de dinero: sobre todo es habitual en las ofertas de ‘Trabaja desde casa’, que ofrecen un trabajo sencillo y una remuneración muy alta. El trabajo consiste en recibir dinero y reenviarlo a otro destinatario. Cuidado, detrás de esto puede haber una red de blanqueo de dinero y, sin enterarte, estarás siendo cómplice de un acto delictivo.
2. Estafas de tarjeta de crédito
El objetivo del delincuente es crear una página web y que el cliente compre el producto o servicio con su tarjeta de crédito.
De esta forma, no solo se queda con el dinero sin enviar el producto, sino que se queda con sus datos de la tarjeta para robarle todo el dinero que quiera o hacer todas las compras online que desee.
3. Phishing
En este tipo de estafa el delincuente te robará tu identidad y datos personales sin enterarte.
A través de correos electrónicos se hará pasar por tu banco para obtener tu usuario, contraseña y datos personales a través de un sitio web falso pero de apariencia idéntica o muy similar a la de la institución bancaria, incluso con el mismo logo de la empresa.
De ahí su nombre phishing, porque tratarán de “pescar” todos los datos que puedan para quedarse con lo que es tuyo.
Además de los correos electrónicos, dos métodos muy utilizados son los troyanos o spyware para obtener información de tu ordenador; sin olvidar los métodos más tradicionales: los mensajes de texto y llamadas de teléfono.
En el mensaje de texto te pedirán que confirmes tus datos bancarios y más datos personales como el correo electrónico, la cuenta de Paypal, el número de la tarjeta, etc. Y en las llamadas, alguien se estará haciendo pasar por un operador de esa entidad para robarte tus datos.
¿Cómo podemos protegernos de todas estas estafas? Estos son algunos consejos que pueden ayudarnos a no caer en ellas:
Si ves alguna anomalía en una llamada telefónica, un mensaje de texto o un correo en el que te piden información personal y tienes dudas sobre si darla o no, contacta con tu banco por teléfono o ve directamente a la oficina y pregunta sobre la autenticidad de esa llamada o mensaje.
No hagas clics en los enlaces que hay dentro de emails de personas que no conoces. No pulses en ellos y bórralos de inmediato.
Los bancos nunca te piden tus datos y contraseñas. En todo caso te piden que confirmes tus datos, información que ellos tienen, por lo que nunca tendrás que dar un número de cuenta o tarjeta, solo necesitas decir sí o no para confirmar ese dato.
Cambia frecuentemente tus contraseñas.
Actualiza constantemente tu sistema operativo del ordenador y protégelo con un buen antivirus.
Ponte en alerta cuando recibas una oferta de trabajo y te pidan dinero por adelantado. Busca opiniones en Google o en foros, si es una estafa lo sabrás en seguida.
Comprueba que la página donde introduces tus contraseñas es segura.
Para ello, debes tener en cuenta que la dirección de Internet que empiece con el protocolo “https” y en la parte inferior aparezca un candado, esto indica que la página es segura para introducir tus datos en ella. (O)