Atari, una de las compañías pioneras de la industria de los videojuegos desde hace 40 años, se acogió ayer a la protección de bancarrota provista por el Capítulo 11 en Estados Unidos.

Sus dirigentes explicaron que la principal razón que llevó a declararse en bancarrota es liberar la parte americana de la empresa de la francesa Atari S.A. y encontrar en los próximos meses un comprador para privatizar la empresa. “Separarse de las cargas financieras estructurales de la compañía madre francesa, que maneja su propiedad desde 2003, y buscar capital independiente”.

Aclararon que haberse declarado en bancarrota no significa que la empresa desaparecerá, sino que se tomará un tiempo para arreglar su situación y reinventarse, o bien obtener los fondos para pagar sus deudas.

Según una fuente anónima en declaraciones a Los Ángeles Times, esperan crear un negocio modesto enfocado en lo digital y las plataformas móviles.

La marca tiene 40 años de edad, y sigue siendo mundialmente conocida por su papel pionero en videojuegos como Pong, pero aún así ha estado envuelta en problemas financieros durante décadas.

En el año 2000 Atari se unió a Infogrames, una compañía francesa, cambiando su nombre por Atari S.A., consiguiendo la totalidad de los activos de la compañía pionera en videojuegos.

El presidente Jim Wilson ha intentado reconstruir la compañía, que solo cuenta con 40 empleados en los EE.UU., centrándola en el desarrollo de juegos para smartphones, entre ellos “grandes éxitos” que compila varios títulos de Arcade y una versión actualizada del famoso Pong.

El año pasado Atari anunció planes para celebrar los 40 años del clásico juego, invitando a desarrolladores a crear su propia versión, la que sería publicada por Zynga.

Además, reveló que lanzaría una serie de nuevos juegos para iOS, como RollerCoaster Tycoon, Centipede: Origins y Dungeons and Dragons, todos basados en conocidas franquicias. Hace un par de años la compañía obtuvo buenos resultados con Atari Greatest Hits, una colección de títulos Arcade adaptados para las pantallas del iPhone y el iPad.

El presidente ejecutivo también licenció el logotipo de Atari para merchandising, un negocio que proporciona alrededor del 17% de los ingresos de la compañía.
Sin embargo, sus beneficios han sido pequeños y los ingresos han caído un 34% en 2012 y un 43% en 2011. De hecho sus acciones bajaron de 11 euros en 2008, a menos de un euro actualmente.

El potencial de crecimiento de la compañía se ha visto obstaculizado por su dependencia casi total a la sociedad financiera BlueBay Asset, a la cual debe un crédito de 28 millones de dólares que ha dejado a Atari sin los recursos necesarios para lanzar videojuegos que se encontraban en desarrollo, incluyendo el título de juegos de azar “Casino Atari”.

Los esfuerzos de capitalización de la empresa no han tenido éxito, en parte debido a su compleja estructura de empresa americana con un listado público de valores francés.

Por ahora no está claro quién podría interesarse por la compra de Atari Inc., aunque Jim Wilson, probablemente, buscará apoyos para mantener el control de la empresa. También es posible que la compañía sea vendida por partes a otros compradores interesados.

Precisamente por ello, la compañía espera que se le permita guardar 5,25 millones de dólares en financiamiento y buscar el vender algunos de sus bienes, como su logo y juegos clásicos como Pong, Asteroids y Tempest en los próximos 90 a 120 días para recaudar dinero.

Atari cambió de manos múltiples veces desde su creación en 1972 por Nolan Bushnell y Ted Dabney. Fue adquirida por Hasbro Interactive en 1998. En 2001 se fusionó con JT Storage.

Ese mismo año la empresa francesa Infogrames Interactive compró Hasbro y en 2003 se hizo cargo de GT Interactive, consolidando ambas compañías en 2008 bajo el nombre Atari Inc.