A pesar de la planificación anunciada por el Municipio de Quito, ayer los feligreses tuvieron dificultades para llegar al parque Bicentenario, donde el papa Francisco ofició una misa campal.

El sistema Trolebús no operó con normalidad desde la madrugada. Los habitantes del sur de Quito tuvieron que hacer varios trasbordos para llegar a la estación de La Y, desde donde empezaron un larga caminata hasta el exaeropuerto, pues la restricción vehicular se produjo la tarde del lunes.

Ese fue el caso de Dolores Villavicencio, quien llegó desde el barrio Quito Sur. “Sabíamos que hoy todo el transporte público era gratuito, pero en el Metrobús nos quisieron cobrar y dijeron que no estaban operando normalmente por el cierre de vías”, comentó mientras caminaba apresurada por el intercambiador de El Labrador.

Pasadas las 07:00 se reforzó el bloqueo de vías alrededor de la Nunciatura Apostólica y en las calles por donde el Sumo Pontífice se dirigió al sitio de la misa. Eso obligó a que las unidades de la Ecovía, a la altura de la Av. República, tomen rutas alternas para trasladar a los fieles que intentaban llegar al Bicentenario.

En el trayecto las unidades rozaron a unos cuantos vehículos estacionados en calles estrechas como la San Salvador y su límite fue la Av. Eloy Alfaro, cerrada para facilitar el paso de Francisco hasta el Bicentenario. La situación incomodó a los usuarios, puesto que las puertas de acceso a la misa campal se cerraban a las 09:00.

El Cabildo también ofreció la disponibilidad de 800 unidades de la BiciQuito, pero hasta las 07:30 los vehículos municipales seguían repartiendo las bicicletas en las estaciones, eso ocasionó que haya poca acogida.

El servicio de taxis fue irregular, particularmente en el norte de Quito, ya que las unidades no podían ingresar a ciertos barrios por las restricciones alrededor del Bicentenario. También hubo malestar entre los comerciantes autónomos por problemas de organización y las escasas ventas.

La vigilia inició la noche del lunes

Luces, cánticos y relatos católicos animaban el espíritu de los creyentes que desde la noche del lunes acamparon en el parque Bicentenario. El frío incesante que vivió la capital, luego de una intensa lluvia acompañada de granizo, no fue obstáculo para que Julia Fernández, de 35 años, se ubique en el área reservada para que las personas con discapacidad puedan participar de la misa campal oficiada por el Papa.

Su esposo, Luis Ubidia, la protegió del frío con una gruesa cobija que, a la vez, cubría parte de su silla de ruedas.

Con una sonrisa relató que llegó a este lugar para agradecer a Dios por un milagro que recibió un Viernes Santo cuando tenía 12 años.

Debido a una discapacidad congénita que no le permite caminar desde su nacimiento y a los diagnósticos que le aseguraron que nunca lo haría, Julia rebasó este imposible y logró andar, pero lo hace con ayuda de muletas.

En otra ala cercana, el guayaquileño Jorge Arévalo rezaba fervientemente por la salud de su hija Valentina de 5 años, a quien le diagnosticaron un problema en el corazón y debe someterse a una complicada cirugía. “Solo espero que Dios bendiga a mi pequeña y que todo salga muy bien”, acotó.

A pocos metros, se destinaron varios lugares para los chicos de la Pastoral Juvenil que arribaron desde el Estadio Olímpico Atahualpa.

Daniela Mejía, de 16 años y unos 100 amigos llegaron en medio de una muchedumbre cargando letreros celestes con diversas letras. “Evangelizar con alegría” es la frase que construyeron hace 6 meses para mostrarla hoy durante la ceremonia religiosa. Para Álex Lema, de 17 años, la visita del Papa “es una emoción tan grande y lo que se busca es compartir la palabra de Dios con alegría”.

Pasadas las 22:00 una misa, oficiada por el arzobispo de Quito, Fausto Trávez, dio inicio a la vigilia.  A un costado unas 25 personas hacían fila para confesarse. A pocos metros, con ropa más ligera, 22 tsáchilas aguardaban en el centro de convenciones Bicentenario. Flavio Calazacón llegó desde Santo Domingo para intensificar su fe católica. Dijo que venían en representación de su nacionalidad para pedir por el bienestar de su pueblo. (I)

Los derrumbes de vías no detuvieron a los feligreses

Los habitantes católicos de Napo, Orellana y Sucumbíos viajaron hacia Quito desde la tarde del lunes, para no tener inconvenientes por los derrumbes que afectan las carreteras Lumbaqui- La Bonita - El Playón y Pifo - Baeza, tras las lluvias en la Amazonía.

Si bien las autoridades recomendaron no viajar por seguridad, debido a que la circulación vehicular por esta carretera estatal tiene horarios restringidos, los viajeros se arriesgaron con la finalidad de conseguir un puesto en la misa de Francisco en el Bicentenario.

De su lado, el Gobierno Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas, reportó que el arreglo de problemas mecánicos fueron las principales atenciones que realizaron los técnicos de los puestos de auxilio inmediato, como parte del plan de contingencia ‘Cero Accidentes’, por la visita del Papa a Ecuador. Son 5 puestos de atención vial que se encuentran en Las Mercedes, sector de la UPC; Alluriquín, gasolinera del km 78; Luz de América, junto al Cuerpo de Bomberos; Nuevo Israel, junto a la UPC; y Valle Hermoso.

Este plan se mantendrá activado hasta el miércoles 8 de julio, cuando parta el Papa a Bolivia y los feligreses que fueron a Quito retornen a sus hogares.

Por otra parte desde el Vicariato Apostólico de Esmeraldas salieron 28 buses la mañana del lunes hacia la capital. Cada bus tiene capacidad para 42 personas y los esmeraldeños llevaron una camiseta distintiva con la leyenda “¡Papa Francisco, Esmeraldas te quiere!”. Desde el domingo 5 de julio los cupos con los salvoconductos para los buses de agotaron. (I)

Visita del Papa transcurrió en orden, dice Correa

El presidente Rafael Correa dio anoche un balance positivo de la visita del papa Francisco a Guayaquil y Quito. En su cuenta de Twitter el Primer Mandatario escribió: “Termina extenuante jornada de papa Francisco en Quito. ¡Qué vitalidad del Santo Padre! ¡Es impresionante! Ecuador vive una fiesta”. Informó también que no hubo “ningún problema organizativo, tan solo un poco de lluvia en la tarde. Pese a multitudinarias misas en Samanes y Bicentenario, ninguna novedad grave. Centenas de ciudadanos adecuadamente atendidos en puestos de auxilio y hospitales móviles. Nuevamente... ¡Felicitaciones Ecuador! ¡Esto lo hemos logrado juntos! Un abrazo para tod@s”.

Por su parte, la Cruz Roja Ecuatoriana entregó un informe parcial de atenciones en el marco del operativo por la visita del Papa Francisco en Quito y Guayaquil. Según un comunicado del organismo, hubo 2.020 atenciones hasta las 15:00 del martes 7 de julio. De estas, 1.120 fueron en el Santuario de la Divina Misericordia, Parque Samanes y el Colegio Javier en el puerto principal; mientras que en el Parque Bicentenario, en la capital de la República, se atendió a 900 personas. La Cruz Roja extenderá el operativo de seguridad hasta el jueves 9 de julio, a las 06:00.

De su lado el Gobierno Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas reportó que se lanzó el plan ‘Cero Accidentes’, por la visita del Papa. Son 5 puestos de atención vial para atender emergencias. Este plan se mantendrá activado hasta el miércoles 8 de julio, cuando se prevé el regreso de miles de viajeros a sus respectivos sitios de origen. (I)