Una de las metas de la Comisión Interventora en la Universidad de Guayaquil, afirma su presidente Jorge Kalil, es tener 1.200 docentes a tiempo completo.

Según el informe del Consejo de Educación Superior (CES), de los 3.501 profesores solo 76 eran de planta.

En ese sentido, estudiantes y representantes de facultades creen que será necesario implementar un sistema biométrico (registro de la huella digital al ingreso y salida del funcionario).

El decano de la Facultad de Filosofía, Fernando Chuchuca, anunció que desde el próximo lunes instalarán el dispositivo para llevar un control de las horas de trabajo de los docentes. “Al aprobarse el nuevo escalafón deberá aplicarse la nueva estructura establecida en la ley y eso involucra que exista el control”.

Para la estudiante de Sistema Multimedia, María José Torres, ese dispositivo los beneficiará: “A veces un profesor no pasaba a tiempo las notas. Había mucha irresponsabilidad de su parte y si se lo buscaba, no sabíamos si asistió o no”.

Sobre este tema, Kalil, sin confirmar que en la Universidad se implemente de forma integral un “time control”, dijo: “No está definido nada, pero tendrá que implementarse el mecanismo que más le convenga a la comunidad universitaria, para que sea de ayuda y funcione bien. De nada nos sirve que mañana implementemos un sistema que no va a mostrar la realidad de lo que sucede”.

Sergio Marzo, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Guayaquil (APUG), indicó que el control es necesario, pero el biométrico no encaja en algunas facultades por los diferentes horarios. “Por ejemplo, un docente de Jurisprudencia que da clases en la mañana por un par de horas y en la noche lo hace por cuatro; para él no será eficiente marcar dos veces”.

El 11 de noviembre se conocerá el plan de la Comisión Interventora, tras el diagnóstico realizado en el transcurso de estas semanas.