En el artículo 73 de la Ley Orgánica de Educación Superior ya se indica que el cobro de aranceles en cuanto a matrículas por parte de las universidades privadas “debe respetar el principio de igualdad y oportunidades y será regulado por el Consejo de Educación Superior (CES)”.

Bajo esta premisa el CES debate desde la semana pasada un reglamento para fijar los aranceles en centros superiores privados, de acuerdo a tres parámetros: categoría de la institución, modalidad de estudios e índice inflacionario.

Este martes la discusión se trasladó a la Flacso en Quito, donde la propuesta fue presentada oficialmente a los rectores y autoridades de las 27 universidades privadas del país, que mostraron su inquietud por conocer cómo financiarán en adelante los proyectos de inversión. (LEA EL PROYECTO DE REGLAMENTO PARA LA FIJACIÓN DE ARANCELES EN LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS)

Mauro Toscanini, rector de la Universidad Católica de Guayaquil, indicó que es ilógico establecer parámetros de incremento basados únicamente en la inflación anual.

“Debe existir una fijación más realista y racional porque la realidad de las universidades difiere”, dijo Toscanini. Esta universidad, cofinanciada y en categoría B, tiene alrededor de 17 mil estudiantes y al menos la mitad se benefician de la pensión diferencia. Además, 132 docentes están próximos a obtener el doctorado.

Por su parte, Alejandro Rivadeneira, rector de la Universidad de los Hemisferios, indicó que no es posible establecer costos por carreras ya que en la actualidad las menos onerosas solventan a las otras.

Entre otros puntos el reglamento de aranceles, en su artículo 11, explica que las universidades privadas “deberán reinvertir el 100% de excedentes de los cobros en la propia institución”.

¿A dónde va el dinero?

Laboratorios computarizados de última tecnología, centros de simulación para ensayos de medicina y convenios para pasantías son parte de las opciones de las universidades particulares hacia los alumnos, según los rectores consultados.

Michelle Guzmán, estudiante de tercer año de odontología de la Universidad San Francisco (USFQ), confiesa estar satisfecha con la educación que recibe a pesar del costo. Cada carrera tiene un valor promedio de $ 40 mil.

En este centro existe una sala de simulación donde los futuros odontólogos ensayan con especies de robots a los que curan, calzan y hasta realizan cirugías bucales.

Según Santiago Gangotena, rector de la USFQ, universidad que está ubicada en la categoría A la institución tiene crecimiento por la libertad y responsabilidad con la que ha manejado sus finanzas.

“El nivel de enseñanza que tenemos aquí es igual al de las mejores universidades de Estados Unidos,”, acota Gangotena. El valor de las pensiones bordea los $ 10 mil por año y el presupuesto que manejan está cerca de $ 50 mil , financiado casi en la totalidad por las pensiones que pagan los estudiantes. Hasta el momento ofertan 22 carreras y tienen 6.310 alumnos matriculados.

Datos

En el artículo 4 del Reglamento para fijar aranceles del CES se establece que el valor de la matrícula no podrá exceder el 10% del arancel total del período académico.

Según el artículo 5, las universidades privadas podrán elevar solo una vez al año los costos de matrículas y aranceles, y considerando el índice inflacionario del INEC.

El artículo 10 estipula que los cobros deben financiar únicamente actividades educativas, sin perseguir fines de lucro. El reglamento, aún en debate, se puede leer en www.telegrafo.com.ec/sociedad/.