Sacar agua del río Tomebamba y transportarla hasta la galería “Saladentro” es parte del proyecto “La máquina para demoler teorías. Nuevas formas de creatividad” al que puede acceder cualquier persona. El requisito es “ser creativo”.

El curador Hernán Pacurucu, a cargo del proyecto, explica que el performance está dividido en dos partes: un seminario dirigido por él y una exposición colectiva.

La primera parte consiste en un estudio teórico-crítico, en el que se revisarán teorías y autores que analizan cómo los procesos creativos del arte causan fisuras en la lógica de la razón para generar nuevos mundos de creatividad y de ficción. Pero que, en un momento dado, retornan a esa realidad para modificarla; es el estudio del valor político del arte.

Para el curador, es vital entender que “si una persona es creativa puede generar pensamiento creativo”.

El curador y director del seminario detalla que los mundos del arte exploran pensamientos ilógicos, míticos y abstractos que se anteponen a la razón, y que en ello radica la clave del arte .“Lo que a mí me interesa es sacar a relucir la parte creativa de la gente sin importar su oficio, condición o edad”.

La segunda parte del encuentro artístico consiste en la construcción colectiva de una máquina que succiona agua del río Tomebamba, ubicada frente a la galería.

Una vez finalizado el proceso de llevar agua al espacio, cada uno dispondrá de gotas de agua para armar su proyecto individual, que se exhibirá por un día en una suerte de “instalación-site specific”.

Esta obra será curada por Pacurucu en colaboración con el artista Olmedo Alvarado.

El montaje de las propuestas individuales -de la gente que poco o nada ha tenido que ver con el arte- se hará en un día y el desarrollo de las propuestas se analizará con el apoyo de los cocuradores.

Pacurucu dice que busca poner en escena “la crisis del modelo moderno del arte”. (I)