Tacones afectan la flexibilidad muscular del pie
Susana Ríos lleva 10 años como ejecutiva de ventas. En ese mismo lapso, los tacones de 10 centímetros -y hasta más altos- han sido sus compañeros inseparables.
No ve la vida sin ellos, aunque entiende que sus actividades se limitan con ese calzado porque no puede caminar de prisa y menos bajar con rapidez las gradas.
Ya tuvo una lesión en su tendón izquierdo. Y cada vez que quiere usar zapatos bajos o deportivos, siente molestias y dolores en la planta de los pies porque ya están acostumbrados a esa altura.
Consultó al traumatólogo y él le sugirió realizar un proceso inverso de disminución paulatina del tamaño de los tacones para evitar molestias mayores.
El galeno le explicó que, por el uso continuo de este tipo de calzado, su talón se elevó y el músculo de la pantorrilla (que es más largo) se achicó, al igual que los tendones y los tejidos de la planta de los pies para facilitar una efectiva pisada.
El especialista en traumatología y ortopedia, Luis Santamaría, aclara que el organismo humano tiende a adaptarse a las necesidades que se le presenten.
“En este caso se acopló a la altura de los zapatos que usaba la mujer y al bajar el calzado, surgen los dolores”.
Cuando se reduce esa altura hay una especie de aflojamiento, sobre todo del músculo de la pantorrilla y ahí se generan los problemas.
Para combatirlos, Santamaría recomienda una rutina diaria de estiramiento de los músculos de las extremidades inferiores y de los pies, de al menos 15 minutos.
Una de las alternativas es sentarse de la mitad de la silla hacia adelante con la rodilla a 90° y la otra pierna estirada apoyando el talón en el piso con el pie.
En esa posición se deben poner las manos en las rodillas y con la columna recta inclinarse hacia adelante para lograr un estiramiento completo. Se debe permanecer por 30 segundos y luego cambiar de pierna.
Otra alternativa que sugiere el galeno es la práctica continua de yoga, actividad que está basada en el estiramiento muscular.
Precisamente lo último es lo que le sugirieron a Susana, pero ella optó por un estiramiento en casa. Para eso, eleva su pierna derecha sobre la cama y la otra la mantiene recta y estirada, luego inclina su cuerpo hacia la posición de la pierna sobre la cama por 30 segundos y cambia de extremidad. Repite el ejercicio en cinco series.
Según la fisioterapista Adriana Romero, es necesario evitar los zapatos puntiagudos porque con su uso frecuente se tiende a desarrollar juanetes (dedo pulgar por encima de los otros dedos).
Incluso menciona que hay la posibilidad de que esa molestia termine en cirugía, tras la cual la paciente no puede usar zapatos de taco alto.
Además, recomienda el uso de calzado cuyo taco tenga una altura entre 3 y 5 centímetros; y en caso de ser más elevados aconseja solo utilizarlos tres veces por semana.
Romero aclara que el uso de tacones no está relacionado directamente con dolores en la columna, pero contribuye con esas molestias por falta de buena musculatura en la columna vertebral, debido a malas posiciones y a falta de ejercicios.
Para evitar esos inconvenientes, Susana lleva zapatos deportivos en el trayecto de su casa al trabajo y usa los tacones altos solo en sus visitas comerciales y de trabajo. (I)