ENTREVISTA
El tabaquismo y sedentarismo son factores para sufrir de ictus
Este 29 de octubre de 2020, se conmemora el Día Mundial del Ictus, enfermedad conocida también como infarto cerebral, embolia o accidentes cerebrovasculares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, alrededor de 12 millones de personas mueren de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular (ACV) en el mundo, sin importar el estrato social.
La mayoría de la gente piensa que solo afecta a los varones de edad madura, pero lo cierto es que ocurren también en las mujeres. En la población femenina, el riesgo aumenta considerablemente después de la menopausia.
El neurólogo Luis Yépez Guerra, del hospital Los Ceibos, de Guayaquil, se refiere al tema y explica los factores que conllevan a sufrir esta patología, cómo tratarla y prevenirla.
¿Cuál es la incidencia de los accidentes cerebrovasculares en el Ecuador?
Alrededor del 2% de las personas van a sufrir en algún momento de la vida un ictus. Estos pueden ser de tipo isquémicos o hemorrágicos. La gran mayoría, cerca del 85%, son isquémicos, esto quiere decir que por algún motivo un trombo ocluye el calibre de la luz de la arteria que lleva la sangre a estas partes del cerebro y puede provocar una zona de isquemia, que puede ser pequeña o extensa de acuerdo al grosor de la arteria que se está tapando.
¿A qué factores obedece?
Hay diferentes factores de riesgo para sufrir un ictus, también hay diferentes orígenes, por ejemplo hay factores que son modificables, que son, por ejemplo, el tabaquismo, el sedentarismo, este último es un factor de riesgo muy importante para sufrir un ictus.
Y hay factores de riesgo que no son modificables o son difícilmente modificables como la hipertensión u obesidad; siempre hay que tratar de evitar estos factores de riesgo para que en ningún momento ocurra un ictus.
Con respecto al origen del ictus, hay de 2 tipos: si de isquémicos hablamos están los cardioembólicos, que quiere decir que hay un problema en el corazón, que fabrica trombos y que los expulsa del corazón en un momento, en un latido, y pueden llegar al cerebro por cualquiera de las arterias.
Y el otro factor es el crecimiento anormal de una placa ateromatosa, que puede ser de colesterol o de cualquier otro material que va ocluyendo progresivamente la luz de arteria. Estos se dan dentro de los isquémicos.
En los hemorrágicos, en cambio, son diferentes, ahí en lugar de ocluirse la arteria, de taparse, lo que sucede es que se rompe y la sangre que debería continuar por la luz de la arteria hasta llegar al cerebro -como se rompe- sale de la arteria y no llega sangre al cerebro.
¿Estos ictus tienen algún tipo de sintomatología?
Hay mucha diversidad de síntomas. El cerebro es un órgano que almacena y concentra muchísimas funciones. Un ictus puede manifestarse con ceguera de un solo ojo hasta con parálisis de la mitad del cuerpo, pero hay muchos síntomas que puede revelar que está ocurriendo un ictus, como por ejemplo la falta de memoria o la pérdida transitoria de la memoria; puede ser pérdida visual en ambos ojos, vértigo.
Hay muchos síntomas que pueden anunciar que está ocurriendo un ictus, esa es la importancia de poder ir al hospital lo más pronto posible una vez que sucede, ya que entre más temprano -con relación al inicio de los síntomas se trate un ictus- mejor pronóstico va a tener.
¿Puede ser un factor genético?
Claro que sí, hay enfermedades genéticas que pueden provocar ictus, hay también enfermedades autoinmunes que pueden provocar ictus o vasoespasmos. Hay diferentes tipos de enfermedades que actúan como factores de riesgo, por eso es importante que cada persona que sufre un ictus sea estudiada adecuadamente por todo un grupo de especialistas.
¿Cuáles son los tratamientos?
Depende del momento en el que ocurre el ictus, por ejemplo, si es que una persona logra determinar que está sufriendo un ictus o un infarto cerebral, los síntomas más comunes son: dificultad para hablar, siente que arrastra la lengua; dificultad para levantar un brazo o para movilizar la mitad del cuerpo y, tercero, trastornos que pueden ser de tipo de lenguaje.
Si es que se detecta el inicio de los síntomas lo más temprano posible y llega al hospital a la sala de emergencia -dentro de un rango de tres a cuatro horas y media- se pueden utilizar tratamientos de última generación, en los cuales, la inyección de una sustancia que se llama: Fibrinolítico puede hacer que el trombo desaparezca por completo y se vuelva a irrigar toda el área del cerebro que estaba cursando por una isquemia y esto hace que los síntomas prácticamente desaparezcan.
Si ya pasa de cuatro horas y media del inicio de los síntomas, ya no se puede utilizar este recurso, porque el riesgo de sangrado es muy alto; entonces siempre es importante apenas se determina el inicio de los síntomas inmediatamente ir a la sala de emergencia.
¿Una caída también podría derivar en estos accidentes cerebrovasculares?
Claro, hay traumas que pueden provocar diferentes tipos de infarto cerebrales. Los traumas por lo general ocasionan contusiones, que es una lesión isquémica, pero no a partir de un trombo sino que como se sacude el cerebro bruscamente dentro del cráneo, el golpe genera una zona isquémica.
Pero en muy pocos casos afortunadamente un trauma puede provocar algo que se llama: trombosis venosa cerebral (TSVC) y eso puede llevar a una zona de infarto extensa. Debe ser detectado también lo más temprano posible porque el tratamiento precoz de este tipo de enfermedades tiene mejor pronóstico.
Cuando ya se instalan los síntomas el pronóstico no suele ser tan bueno.
Y en ese caso, cuando el pronóstico no es tan bueno, ¿qué se puede hacer por ese paciente?
Las secuelas por lo general son permanentes e irreversibles, y dependiendo de qué tipo de secuelas sean porque pueden ser motoras, cognitivas, o de lenguaje principalmente. La hemiplejía (se paraliza la mitad lateral del cuerpo) es el síntoma más llamativo, pero también pueden haber secuelas cognitivas, cuando se pierde la memoria o le cueste mucho aprender cosas nuevas.
Cuando se dan estas crisis, ¿cada qué tiempo se repiten?
No suelen repetirse, una vez que se detecta el infarto cerebral y se da el tratamiento que básicamente es para evitar que suceda nuevamente. Ocurre muchas veces que los pacientes se retiran del tratamiento y eso afecta directamente a la incidencia de un nuevo infarto cerebral, por eso el tratamiento debe de ser permanente para evitar que recurra en este tipo de circunstancias. (I)