La tercera parte de los suelos del planeta están degradados
Proteger los suelos es vital para la seguridad alimentaria, porque el 95% de los productos que consumimos proviene de estos.
Además según la división de Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el planeta entero la tercera parte de los suelos están degradados.
El pasado 5 de diciembre fue el Día Internacional del Suelo, en ese marco la ONU recalca que en África, solo 8% del suelo es adecuado para la agricultura y en el África subsahariana más de 180 millones de personas dependen de suelos agotados para el cultivo de lo que será su sustento, lo que amenaza su seguridad alimentaria.
La organización resalta que la pérdida económica asociada con la degradación de la tierra en la región se estima en $ 68 mil millones por año, según el informe del Panel de Montpelier de diciembre de 2014.
La entidad enfatiza que la biodiversidad subterránea es vital para los suelos saludables de los que depende la alimentación. Aproximadamente 360.000 especies de animales viven en el suelo, una cuarta parte de todas las especies vivas descritas en el planeta, aunque la mayoría de ellas siguen siendo desconocidas, indica el informe La fábrica de vida, de la Comisión Europea: “¿Por qué es tan importante la biodiversidad del suelo?”.
En ubicaciones aledañas a zonas productivas de Zamora se aplican modernas técnicas de sembríos para evitar la erosión y derrumbe de taludes.
La FAO informó que los países están alertas ante los problemas de los suelos de sus territorios. Por ejemplo, Panamá se comprometió a prevenir, reducir y revertir la degradación de sus tierras, 28% de las cuales están afectadas por la desertificación y la contaminación.
El Ministerio del Ambiente panameño entregó el proyecto al representante de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación para América Latina, Miguel Torrico. Lo harán “mediante la presentación de las Metas Nacionales adoptadas para la Neutralidad de la Degradación de la Tierra ante esta Convención”.
El trabajo en Ecuador
En el caso ecuatoriano el Ministerio del Ambiente (MAE), en coordinación con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), realiza actividades de conservación y recuperación de suelos, en el marco del proyecto “Minka Sumak Kawsay”, que se desarrolla en Chimborazo.
A ello se suma la reforestación de los páramos, lo que está enlazado a la conservación de las fuentes hídricas. Acciones que repercuten en el desarrollo agrícola y evitan la erosión de los suelos.
La empresa Agrorum realiza consultoría de agricultura, el CEO de la empresa, César Ponc, quien es experto en suelos, explica que en elpaís no existe información actualizada sobre este delicado tema.
La última información que encontraron fue un mapa de un análisis realizado por el Ministerio de Agricultura en 2002. El material refleja que ya existe degradación, sobre todo en la zona de la Sierra y en provincias costeras como Santa Elena y Manabí, que tienen menos acceso al agua.
“A nivel de políticas públicas, en países como Brasil y Argentina, capacitaron a los agricultores en manejo y conservación de suelos. En el país no existe aquello”.
La degradación del suelo repercute directamente en la pérdida de productividad de las haciendas, porque no existe un manejo integrado de los mismos.
Todo está enlazado, Ponce explica que la contaminación de los terrenos repercute en el agua. Ecuador al ser un país agrícola tiene problemas significativos en este tema.
Porque se pierde la capacidad de producción. “Una de las principales afectaciones es que la agresiva preparación de suelos provoca la oxidación de la materia orgánica y eso deteriora el suelo y adicionalmente genera CO2, que afecta directamente la capa de ozono”.
El analista señala que se trata de un efecto dominó porque la erosión causa desprendimientos, que llegan a las cuencas de agua y eso causa que en la estación lluviosa se inunden comunidades aledañas y ese fenómeno también erosione los suelos.
ONU destaca que para las personas, el suelo es “invisible” y parece lejano, pero todos, en todas partes, se ven afectados por su degradación, porque el suelo es crucial para la vida en la Tierra.
Coinciden en que la mayoría de los contaminantes provienen de desechos urbanos no tratados y de actividades como prácticas agrícolas insostenibles, industriales, minería y otras, según señala el informe Fronteras 2017. (I)