Especial Papa Francisco en Ecuador
Sacerdotes coinciden en que el mensaje de Francisco se centra en el amor
Los sacerdotes del país recibieron el llamado del papa Francisco para incentivar su labor pastoral. El religioso Rómulo Aguilar detalló que las palabras del Pontífice van encaminadas a que se practique una doctrina con mil años de antigüedad.
“Lo que ha dicho el Papa es que con la teología que conocemos y con la doctrina la pongamos en práctica porque no puede ser que el hombre se esté autodestruyendo”, resaltó el sacerdote.
En sus intervenciones el Papa hizo referencia a la importancia que la modernidad da a las cosas materiales y recordó que en primer lugar está el ser humano. Justamente sobre esto Aguilar resaltó que ahora “en el país salimos a protestar por un impuesto a las herencias, cuando hay tantos niños desamparados y jovencitas de 15 años embarazadas y mujeres asesinadas”. Ante esto el problema es que no hay la apertura y los recursos necesarios.
El sacerdote Rubén Darío Baena, quien también es catedrático de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, consideró positiva la visita del Obispo de Roma porque puso en evidencia un problema de prioridades. “En una sociedad como la nuestra el valor de la persona se ha perdido, lo que importa es la economía, las ganancias y una cantidad de cosas, menos la persona. Entonces lo positivo es que se resalta el valor de la persona que debería ser lo fundamental”, enfatizó.
Para el docente, el principio fundamental es que se reconozca que todas las personas tienen los mismos derechos porque somos hijos de Dios.
Para Baena, el amor es la base principal de toda motivación y cambio en las comunidades. Según el religioso, se necesita una conversión personal para que haya esta transformación. “Mientras no exista eso no vamos a poder construir un mejor mundo, porque no tendremos donde vivir”, reflexionó.
“Hay mucha pobreza y cada uno encerrado en lo suyo, el otro necesitando, mientras yo soy el único que tengo, así es imposible reconstruir un mundo. El mundo tenemos que construirlo en el momento que tomemos conciencia de que los otros son mis hermanos y cuando yo sea capaz de amar a mis hermanos, voy a ser capaz de compartir con ellos”, indicó.
Por eso, enfatizó que la necesidad es trabajar no solo en la formación profesional sino en valorar la dignidad humana basada en el amor a Dios.
Aunque cada sacerdote tiene una perspectiva propia de los mensajes que dio Francisco en sus diferentes actos, tanto en Guayaquil como en Quito, todos coinciden en que el eje fundamental es el amor.
El titular de la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, más conocida como San Francisco, Ernesto Echeverría, enfatizó que el mensaje no fue solo para las autoridades de la Iglesia sino para cada católico en Ecuador que ha sido bautizado, porque cada persona es una iglesia.
“Jesús para nosotros debe ser el punto de referencia y de eso habla el evangelio, por lo tanto la Iglesia debe volver al evangelio y ahí está Jesús con sus enseñanzas”, reflexionó.
Francisco ha dicho como metáfora lo que significa la Iglesia que es dar testi- monio de Cristo, quiere una iglesia viva que se deje guiar por el camino de Cristo.
Para Echeverría, seguir el ejemplo del Pontífice es el ideal y es la clave. “Cómo ama él a los ancianos, como ama a los desposeídos; esos son los descartados que dice el Papa. No hay que descartar a nadie, hay que incluir a todos”, indicó tras resaltar que eso es lo que enseña el evangelio y la doctrina y solo el que está iluminado por Jesús lo entiende. El Pontífice terminó ayer su gira por Ecuador y partió rumbo a La Paz, en Bolivia. (I)