Aunque se encuentra a menos de media hora de Guayaquil, sus habitantes aseguran que habitar en este poblado es un lujo, lejos de los centros comerciales y del ruido.  

Sus calles aún guardan las estampas de poblados montuvios: personas descansando en los portales, niños que juegan en las calles, vías que, además de vehículos, soportan el caminar de caballos. Costumbres, tradiciones y oficios que el modernismo no ha desaparecido.

Así lo reconoce Bartolomé Castro, de 87 años, habitante del cantón guayasense que el 31 de octubre cumplirá 64 años de cantonización. “A pesar de que estamos cerca de Guayaquil, mantenemos nuestras raíces. Somos un pueblo montuvio que disfruta de sus costumbres, de sus tradiciones y de sus fiestas, porque en cada actividad está la esencia de su gente”.

Para Rodrigo Lindao, de 72 años, que Samborondón mantenga sus tradiciones es un logro de sus ciudadanos. “Con sombreros, botas, camisas con paisajes campestres, cervezas heladas y caballos chúcaros, los montuvios de esta zona del Guayas celebramos a nuestra tierra”.

La cabalgata recorre las principales calles de Samborondón. En este evento participan jinetes representando a diversas haciendas de la Costa. Foto: Alfredo Piedrahíta / El Telégrafo
 
Rodeo de grandes atractivos

Según Lindao, el rodeo nace cuando los propietarios de haciendas o los empleados acudían a las jornadas de herrajes y el ganado era arriado por vaqueros. Se vivían momentos de alegría luego de hacerlo.

Luego vinieron las reuniones de ganaderos, en las cuales se armaban fiestas con músicos, se preparaba comida y se repartía entre los asistentes. A eso se sumó la participación de haciendas con sus madrinas, cantos y bailes de la Costa.

Este tipo de reuniones entre campesinos y hacendados se hizo costumbre, al punto que se replicaron en poblados de Guayas, Manabí y Los Ríos, y pasaron de la improvisación a la organización.

“En la actualidad en Samborondón  -por ejemplo- realizar un rodeo no solo demanda meses de preparación sino que haya encargados de organizarlo”, reconoce Léster Cano, director del Comité Ecuestre de Samborondón.

Los principales atractivos de esta festividad son el rodeo y la cabalgata. Ambos están vinculados con los caballos. “Todas las actividades relacionadas con los equinos se realizan desde hace ocho años. Asisten cerca de 15.000 personas”, señala el directivo.

La próxima cabalgata se efectuará el 27 de octubre. En ella está previsto que asistan 400 jinetes que recorrerán las principales calles del cantón. La cabalgata finalizará en la plaza donde iniciará el rodeo montuvio.

Este 2019 habrá un show artístico, la participación de toreros enanos, la doma de animales chúcaros. En cada actividad participarán haciendas ganaderas de la Costa.

“El rodeo dura cerca de cuatro horas y ahí se pone de manifiesto la tradición montuvia de nuestro pueblo. Es una fiesta para todo el país”, asegura Cano. (I)