Resumen del año
Rocío González, colaboradora 'ad honorem' permanente del Ejecutivo
La compañera de vida del Presidente de la República, Rocío González Navas, es originaria de Latacunga. Lidera el trabajo social que se ejecuta en Ecuador. Lo hace desde 2017, cuando por delegación directa del Primer Mandatario (Lenín Moreno), empezó a desempeñarse como presidenta del Comité Interinstitucional del Plan Nacional “Toda una Vida”.
El pasado 6 de noviembre ella celebró su cumpleaños 65 entregando ayudas técnicas a personas con discapacidad en el sector de Cotocollao (norte de Quito); no consta como funcionaria pública.
Su cargo es honorífico, por lo tanto no recibe ninguna remuneración estatal. Así lo establece el Decreto 57. Sin embargo, los gastos que genera su representación y movilización son asumidos por la Secretaría Técnica del plan nacional. Tampoco maneja ningún presupuesto, pero ejerce sus funciones con vocación, según detallan sus colaboradores más cercanos.
El trabajo social de González no empezó a partir de su titularidad en el comité del plan “Toda una Vida”. Su labor se inició cuando su esposo se desempeñó como Vicepresidente del país (2007-2013).
En ese periodo ella apoyó activamente el proyecto de atención integral para las personas con discapacidad a través de la ejecución de la Misión Solidaria Manuela Espejo, enfocándose principalmente en el acompañamiento a las familias y en la inclusión educativa de los menores de edad. La labor de Moreno le significó al país un reconocimiento mundial por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aunque el actual gobierno retomó la figura de la Primera Dama, que estuvo fuera del escenario político durante la década anterior, con el expresidente Rafael Correa, González no es partidaria de esa denominación. Siempre resalta que “todas las ecuatorianas son damas de primera”.
Durante la campaña, el Primer Mandatario aseguró en varias ocasiones que su esposa tenía autonomía y que era su consejera. “Con la visión de madre y esposa da su punto de vista más humano”, confirmó.
González conjuga sus actividades personales con la labor social. Tiene una agenda apretada y múltiples eventos, dentro y fuera del país. Aunque busca no ser una figura mediática, pues su trabajo ha sido al margen de las cámaras y los flashes, lo es. Esto se evidencia en las muestras de apoyo y afecto que recibe por parte de los ciudadanos cuando visita un sector del país, las mismas que se repiten en las redes sociales.
La mujer que escucha, direcciona, acompaña e impulsa los proyectos sociales se convirtió en la embajadora de Ecuador para difundir ante organismos internacionales como la (ONU) el Plan Toda una Vida, aprobado el 22 de septiembre de 2017.
Su convicción de que los ecuatorianos necesitan ambientes idóneos para mejorar a la sociedad en su conjunto se refleja en la creación del concepto de comunidad.
Luego de muchos años, logró reunir a las esposas de los alcaldes para que colaboraran en el mejoramiento de los entornos de las familias más vulnerables, en sus respectivos territorios, lo que fue celebrado por ellas. Así lo dijo en su momento la esposa del alcalde guayaquileño, Cynthia Bohrer de Nebot.
Con un pantalón cómodo y una camiseta azul, indumentaria que distingue a Las Manuelas, recorre el país junto a las misiones sociales para identificar las necesidades de los grupos vulnerables. Arriba a zonas del país a las que su esposo, por temas de movilidad, no llega. (I)
TESTIMONIOS
Dolores Chinachi
El Bono de Desarrollo Humano que nos da el Gobierno nos sirve para salir adelante. Con ese dinero mis hijos pueden ir a la escuela y también compramos alimentos. En junio tuvimos la visita de la Primera Dama. Ella visitó nuestro hogar y vio la forma humilde en que vivimos. En mi casa tengo un nieto que nació con discapacidad intelectual.
La visita de la esposa del Presidente nos ayudó a registrar a mi nieto para que nos dieran una silla de ruedas, pues él no puede caminar. Ella se tomó el tiempo para escuchar los problemas que tenemos los más pobres. Nosotros no contamos con casa propia y trabajamos como comerciantes en los buses. (O)
Angélica Montesdeoca
Sé que la esposa del Presidente está comprometida con el trabajo por los grupos vulnerables, especialmente por las personas con discapacidad, los adultos mayores y los niños. Mientras mi hija va a su trabajo en el Mercado Central, ellos se quedan en un Centro de Desarrollo Infantil que hay en Carapungo, en el barrio en el que vivimos.
Allí ellos reciben cuatro comidas durante el día. Esos alimentos son planificados por una nutricionista. Mi nieto mayor, de 3 años, tenía anemia, pero ahora ya está bien. Además, en esos lugares los niños también reciben atención médica. Los vacunan y están pendientes de si se enferman. (O)
Lucrecia Molineros
Los adultos mayores somos los olvidados. Como ya no somos productivos, la sociedad -en general- nos relega. Sin embargo, esta época es buena. Disfrutamos de los nietos, y, después de haber trabajado tanto para nuestros hijos, al fin podemos dedicarnos a nosotros.
Pero para garantizar nuestro bienestar, lo cual implica mantenernos activos, necesitamos ayuda. Tuve la oportunidad de conocer a la Primera Dama cuando ella visitó el albergue San Juan de Dios. Yo vivo en ese sector. En medio de toda la gente se dio el tiempo para saludarme y me contó que ella trabajaría para nosotros a través de una misión específica y lo está haciendo. (O)
Israel Altamirano
Soy del Tena, en la Amazonía. En la actualidad curso el sexto semestre de Biotecnología en la Universidad Ikiam. Este año postulé para buscar ayuda en el desarrollo de un proyecto de cosméticos 100% naturales hecho con materia prima de mi región. Mi idea es dar trabajo a los jóvenes, respetando el ambiente.
No he tenido la oportunidad de conocer a la esposa del Presidente, pero sé que trabaja en el proyecto Impulso Joven. La iniciativa ayuda a desarrollar ideas, a formar y dar seguimiento a los emprendimientos, no solo para que lleguen a ser exitosos sino para que exista una verdadera inclusión de nosotros en las actividades económicas del país. (O)