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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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ENTREVISTA

Las pruebas de antígeno tienen una especificidad del 99%

Las pruebas de antígeno tienen una especificidad del 99%
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) se encontraba en agosto pasado en el proceso de validación de una prueba rápida de antígenos para la detección de COVID-19. Así lo dio a conocer Jean-Marc Gabastou, asesor internacional de Emergencias de Salud de la OPS/OMS.

El anuncio contrasta con anteriores advertencias de la OMS, en el sentido de que las pruebas de antígenos podrían no ser útiles para detectar a pacientes activos, o bien, arrojar falsos positivos (personas que en realidad no tienen la enfermedad), lo que podría entorpecer la contención de la pandemia.

Sin embargo, el 21 de agosto, el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la OMS para América, dijo que la nueva prueba rápida permitirá agilizar la referencia de los pacientes a unidades hospitalarias cercanas.

“La OMS está validando unas nuevas pruebas de diagnóstico rápido basado en la detección de antígenos, un poco similar a la molecular, pero ahí detectamos partículas virales que permitan un diagnóstico inmediato, al pie del paciente, lo que llamamos, por fin, el tan esperado point of care, que permita, desde el nivel local, lugares remotos, la orientación y la derivación del paciente a las unidades hospitalarias”, sostuvo Gabastou.

En ese sentido, el epidemiólogo Byron Núñez Freile destaca las bondades de las pruebas de antígeno, básicamente por su especificidad del 99% y un tiempo de 15 minutos a media hora para obtener los resultados.

Este profesor de Medicina de la Universidad Central del Ecuador explica que los antígenos son las estructuras del virus, pero las más grandes, no las genómicas, “estamos hablando de la cubierta, de la famosa espícula o núcleo proteínas”.

Esta detección de antígenos ha desarrollado un nuevo método que es una prueba rápida muy similar en el contexto de cómo se la hace, a las pruebas rápidas de anticuerpos. La ventaja es que en media hora ya hay un resultado, “no necesito la infraestructura de un laboratorio de biología molecular, no necesito el tecnólogo ingeniero en biología molecular, esto lo puede hacer un laboratorista simple”.

Estas pruebas de antígeno, dice Núñez, van a facilitar el acceso a un diagnóstico en un dispensario, en un subcentro de salud, no es exclusivo de que la muestra vaya al Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI).

Esta prueba sirve para diagnosticar enfermos, personas con síntomas, pero no son tan útiles para hacer el “famoso rastreo de los casos”. Estas pruebas de antígenos necesitan de cargas virales altas. Para rastreo, vigilancia, búsqueda y captación están las PCR que deberían utilizarse en este momento en Quito y Guayaquil.

"Para diagnóstico hospitalario podríamos tener las pruebas de antígeno”, reitera.

Núñez, quien es médico infectólogo del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), reitera que la certeza de estas pruebas es del 99% de especificidad “con una capacidad de confirmación del 99%. Estas pruebas son cada vez más desarrolladas y no se comparan a las de antígeno que habían en febrero, marzo o abril, estas son más precisas”.

Además, dice, la capacidad de descarte, de exclusión, es de aproximadamente 96%, “lo que significa que si tengo una prueba positiva envío al paciente a su casa a que se aísle y, por supuesto, está con síntomas, o lo ingreso al hospital con el diagnóstico”.

Sin embargo, resalta que si la prueba da negativo, esto obliga a que se use una PCR para tener certeza de que no está infectado.

Algoritmo

Al momento, señala Núñez, las pruebas de antígeno ya tienen un análisis preliminar en el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Atlanta. “Ya la recomiendan y han construido un algoritmo o flujograma que diagnóstico con esta prueba de antígeno para ancianatos”.

India que tiene una población de 1.000 millones de habitantes ya la ha posicionado para el diagnóstico de sus casos. La OPS también la ha posicionado y hace unos 10 días, la OMS sacó un nuevo documento de estas pruebas, posicionándolas.

“De una u otra manera, dentro de unas semanas, dependiendo de cómo se va generando la logística de utilización de estas pruebas, posiblemente ya tengamos en muchos hospitales, centros de salud, las pruebas de antígeno, como el eje diagnóstico de la enfermedad. Entonces los laboratorios que están haciendo PCR van a tener menos trabajo, vamos a tener menos costos, menos saturación y vamos a ordenar de mejor manera los tipos de test que hacemos a la población”, precisa.

Las pruebas de detección de estructuras virales (antígenos) se hacen en fluidos respiratorios, orofaríngeo, nasofaríngeo; si el paciente está en terapia intensiva se toma la muestra del pulmón.

Según Núñez, estas pruebas actualmente no se las realiza de manera pública, sin embargo indica que hay laboratorios privados que ya están anunciando este servicio.

El profesional recuerda que desde el inicio de la pandemia, las pruebas que se han utilizado en el país son: Una de diagnóstico molecular que es la PCR y las RT-LAMP, en ambas se realiza el hisopado. Con respecto a las pruebas rápidas de anticuerpos menciona que estas no sirven para diagnosticar enfermedad aguda, “por supuesto las dos anteriores sí sirven”.

Reinfección

Hay estudios que dicen que los anticuerpos protectores que no son IgM ni IgG, sino los IgA, que se hallan en las mucosas nasales, cogen al virus (SARS COV-2) justo antes de que se junte o se adhiera a las células respiratorias.

“Esos anticuerpos protectores IgA parece que a los cuatro meses de haberse infectado (la persona) ya disminuyen; considero que no es otro virus, no muta, tiene unas pequeñas mutaciones que no sirven de nada en comparación con el del VIH, de la influenza, esos son virus mutantes”.

Señala que vamos a tener reinfecciones potencialmente, pero no graves, porque “todos los pacientes que pasaron a reinfecciones tuvieron síntomas leves, con decirle que en el caso de Hong Kong, la persona que se reinfectó no tenía síntomas, pero le detectaron el virus, pero como una pequeña variante, entonces pueden darse estas reinfecciones”.

“Con este concepto a la famosa inmunidad de rebaño se la cuestiona, se iría al suelo”, manifiesta.

¿Qué sucederá en los próximos meses en Ecuador?

Para mi hay un modelo experimental llamado España y lo que pasa allá nos va a suceder a nosotros. La pandemia tuvo inicialmente tendencias, en forma de picos u oleadas. Guayaquil fue un pico descontrolado, explosivo.

En Quito hubo una oleada sostenida, continua, de bastante tiempo. Las dos cosas son diferentes. Lo de Guayaquil impidió que la gente se cure, la gente murió en sus casas, los médicos y hospitales se saturaron, estoy hablando del lapso de un mes.

En Quito fueron tres meses, esto permitió que haya camas, que los pacientes vayan paulatinamente y no haya tanta mortalidad. Dependiendo de la cantidad de personas que se infectaron, Guayaquil es un pico, Quito una ola importante.

En este momento una ola importante, pero no con la intensidad de Quito, mucho menos de Guayaquil, es Cuenca. ¿Esto qué significa? Que las provincias irán infectándose y en la curva de tendencia como país veremos las oleadas, pero para cada provincia no son oleadas, son picos o elevaciones importantes.

La pandemia seguirá dependiendo del porcentaje de población que se haya infectado. En Guayaquil estimo que se infectó el 50% de su gente. En Quito quizás el 25%, y el resto seguirá infectándose en las siguientes oleadas.

“Una pandemia significa que no es solo una vuelta sino muchas hasta llegar a la presunta inmunidad de rebaño, y digo presunta porque hasta de eso se está dudando ahora, en donde mínimo el 60% a 75% de la población se infecte, de tal manera que la gente previamente infectada proteja y sea menos distribuidora, menos transmisora del virus porque ya tiene defensas”. (I)

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