Los proyectos apuntan a la comida sana y sin preservante
Mellody Amaya, que estudió gastronomía, tenía una mascota. Un día le dio de comer dulce a su perro, pero aquello tuvo un efecto negativo: se puso hiperactivo.
Por eso, en un proyecto que desarrolló para la universidad, sobre una necesidad insatisfecha, propuso hacer comida artesanal para mascotas, sin químicos ni preservantes.
Así nació su propuesta de elaborar piqueos, tortas y pequeños bocados para los compañeros de los seres humanos.
Su emprendimiento Pan Can -cuenta- se basa en hacer alimentos nutritivos y cuyas bases sean las proteínas: pollo, res e hígado.
“La diferencia con los empaquetados de las tiendas es que no todos estos últimos son de buena calidad”.
Ella explica que los animales no pueden comer harina de trigo, sino de arroz o chía.
Mellody tampoco cuenta con una panadería física, sino que atiende los pedidos por WhatsApp (0968379867) e Instagram (@panaderíacanina.gye).
Las solicitudes de los bocados se realizan con un día de anticipación y el tiempo de expiración es de cinco días. “Nuestros productos son naturales”, asegura la emprendedora.
Los costos de sus elaborados son desde $ 0,50, mientras que una torta personal asciende a los $ 10. (I)