Marcela Parra es recepcionista en una clínica privada. Desde el 4 de mayo ella retornó parcialmente a sus labores y las medidas que tomaron en su trabajo están enfocadas en seguir lo establecido por las autoridades.

Entre esas recomendaciones detalla la de mantener bandejas de desinfección al ingreso del centro de salud para desinfectar el calzado de los visitantes. Además, es obligatorio el uso de guantes, mascarilla y máscara facial mientras realiza labores.

“Mis jefes mantienen un contrato para el recorrido de todo el personal. En el transporte, debemos mantener distancia y seguir con los instrumentos de seguridad, como la mascarilla y los guantes. Al llegar, debemos recoger nuestro cabello y la ropa debe cubrir por completo la piel. No nos permiten el uso de faldas ni pantalones cortos”.

Con la colaboración del Ministerio de Producción, el de Salud Pública, el de Trabajo y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) emitió el pasado 25 de abril la Guía y Plan General para el Retorno Progresivo a las Actividades Laborales.

El documento tiene como objetivo el establecer medidas de prevención para el retorno progresivo de las actividades laborales, con lo cual se busca evitar la transmisión, proliferación y contagio de covid-19 entre los trabajadores, empleadores, clientes, consumidores y ciudadanía en general.

El instrumento está dirigido para todas las organizaciones laborales públicas y privadas para que hagan frente al riesgo biológico que representa la pandemia.

“Se recomienda considerar dos etapas para el proceso de reapertura. ‘Etapa I’, cuyas acciones se enfocan en los esfuerzos previos a la misma apertura, considerando aspectos comunicacionales, coordinación y acuerdos público-privados. La ‘Etapa II’ se enfoca a la apertura con base en proyectos específicos”, señala el texto.

Además, el protocolo precisa a las personas que deben asistir al lugar de trabajo qué acciones tomar en consideración al momento de trasladarse y las seguridades a tomar dentro del área laboral (ver infografía).

Pero también realiza observaciones para los empleadores, quienes deberán mantener constante comunicación con sus empleados, mantener un aforo máximo -en el caso de los cantones en color amarillo será con el 50% del personal y los de verde con el 70%- con el requisito de distancia interpersonal de mínimo 2 metros.

“En actividades relacionadas a la atención de usuarios o clientes debe realizarse a través de barreras, que pueden ser de vidrio de construcción o pantallas de plástico”, explica el plan, que también ordena la vigilancia permanente en el lugar de trabajo por parte del empleador para mantener las medidas de bioseguridad recomendadas.

Jorge Guamán, quien es propietario de una empresa de servicio a domicilio, ya adoptó seguridades para el retorno a labores. También consideró los implementos de bioseguridad. Él explica que también evitan el contacto físico entre compañeros de trabajo y clientes.

“Prohibimos el saludo de beso, abrazo o apretón de manos, tanto dentro de la empresa como en el desenvolvimiento de las labores. Esto permite que las personas tengan el menor contacto posible y así se evite la transmisión del virus”. (I)

 Los empleados deben vigilar la prevención fuera del trabajo
Los trabajadores deberán cuidar las distancias y las medidas de prevención de contagios e higiene, no solo dentro de su lugar de trabajo sino también fuera de él.

Así, el protocolo recomienda que eviten salir de casa innecesariamente, el uso de  medios alternativos, como servicios en línea. Además, indican el uso individual de toallas de manos, gel desinfectante con base en alcohol al 70%, evitar el saludo con beso o mano. Si es necesario escupir, realizarlo

en un pañuelo desechable y depositarlo en un cubo de basura que cuente con tapa.

El documento puede ser descargado en la página web gestionderiesgos.gob.ec. (I)