Control de plásticos en Galápagos, una tarea prioritaria para Ecuador
El uso indiscriminado de plásticos es un problema ambiental a escala global, del cual Ecuador no se escapa de su peligrosa incidencia.
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas, cada minuto se compra un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas.
Casi una tercera parte de todos los envases de plástico salen de los sistemas de alcantarillado y ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando a la vida marina, indica el informe de la ONU.
Las autoridades ecuatorianas han realizado esfuerzos para controlar este problema que afecta a la biodiversidad, con énfasis en las islas Galápagos, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad desde 1978.
Entre las acciones desarrolladas por Ecuador, se destaca la denuncia presentada en mayo de 2019 en Ginebra, en la que expresó su reclamo por la llegada a través de las corrientes marinas de toneladas de desechos de plástico procedentes de América y Asia, lo que afecta a las especies endémicas.
Representantes de la Cancillería y del Ministerio de Ambiente expusieron esta problemática tanto en la décimocuarta reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio de Basilea, como en la novena reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio de Estocolmo y la novena reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio de Rotterdam.
Los países firmantes se comprometieron a observar el pedido de la nación suramericana, que internamente desarrolla una batalla decisiva en el archipiélago para conservar el frágil ecosistema amenazado por los microplásticos, que engullen las especies producto de la degradación de los plásticos.
En 2015 se aprobó la iniciativa ‘Galápagos por una cultura sin plásticos’ por parte del Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos (Cgreg); sin embargo se requirió reforzar la medida con la declaratoria de una ordenanza que restrinja la comercialización de los plásticos de un solo uso en las islas.
Es así que en abril de 2018, el Consejo de Gobierno de Galápagos dispuso la ordenanza que restringió el uso de sorbetes, la introducción de fundas tipo camiseta, envases de polietileno y botellas no retornables en un proceso que se cumplió hasta el 21 de agosto de ese año.
Para implementar esta normativa se llegó a un compromiso de trabajo entre el sector público y privado. Entre las entidades participantes están el Parque Nacional Galápagos y la Agencia de Bioseguridad de Galápagos, el Ministerio de Turismo, los municipios de Santa Cruz, San Cristóbal e Isabela, y miembros de la Asocición de Industrias de Bebidas no Alcohólicas.
Paralelamente, las autoridades locales junto a la Dirección del Parque Nacional Galápagos realizaron una campaña de recolección de desechos plásticos, lo que permitió recoger en 2018 unas 24 toneladas de este tipo de desperdicios en las islas San Cristóbal, Santa Cruz, Floreana y Santiago. En el primer trimestre de 2019 se recolectaron 8 toneladas de basura.
No obstante, esta es una lucha desigual mientras no se haga conciencia por la conservación del planeta, comentó un guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos que participó en el operativo de limpieza de desechos.
Mientras se ataca este flagelo internamente, Ecuador no desaprovecha nigún foro internacional para impulsar su estrategia de conservación.
El pasado 6 de julio de 2019 en la reunión de mandatarios de la Alianza del Pacífico que se realizó en Lima, el presidente Lenín Moreno anunció que al sumarse a este organismo compromete al Ecuador en la erradicación de los plásticos.
“La Alianza del Pacífico va por la eliminación de plásticos de un solo uso, a través de compromisos y plazos de sus países. A esta meta se sumará Ecuador como nuevo miembro pleno de la organización”, escribió Moreno en su cuenta de Twitter en esa ocasión.
Asimismo, una delegación ecuatoriana, encabezada por el jefe de Estado, participa desde este 23 de septiembre del 2019 en la Cumbre de Acción Climática de Naciones Unidas, cita en la que Ecuador convocó a una mesa de reflexión por la contaminación en las islas Galápagos. (I)