En una fría y oscura mañana, ayer, en las afueras de la clínica Kennedy de Samborondón, que cumplía su cuarto día de clausura, de los 60 que determinó la Dirección Provincial de Salud de Guayas, por incumplir  el artículo 186 de la Ley Orgánica de Salud, un ambiente silencioso y hasta tenso se observaba.

Un guardia un poco agresivo recriminaba al fotógrafo de este diario: “atrás, atrás, no puede tomar fotos”. Y un señor que transitaba por el lugar exclamaba: “solo en Ecuador los hospitales son clausurados”.

Faltaban cerca de quince minutos para que fueran las ocho de la mañana y en las tres ambulancias de soporte de nivel avanzado instaladas como parte del Plan de Contingencia, para garantizar la salud de la población del sector y sus alrededores, no había pacientes.

Una de las doctoras que atiende en una de las unidades, Viviana Morales, explicaba que aún llegaban  personas que no conocían lo que sucedía. “Lo que hacemos es receptar a los pacientes. Estamos las 24 horas del día. Nosotros los atendemos y si es necesario, según el caso, los derivamos a otras casas de salud. El lunes lo hicimos. Unos pacientes con aparente abdomen agudo fueron llevados a los diferentes centros de salud. También se receptaron heridos de un accidente suscitado en el Puente de la Unidad Nacional”.

Reveló que en lo que respecta a su jornada, que inició el lunes, desde las 07:00 hasta las 20:00, atendieron a 20 pacientes aproximadamente.

Precisamente, la preocupación de no saber qué pasará con las personas que llegan hasta la clínica Kennedy de Samborondón y no pueden ser atendidas llevó a la Dirección Provincial de Salud de Guayas a extender los horarios de atención en los Centros de Salud de Durán, Samborondón y Buijo Histórico, mientras dure la clausura.
 
El jefe del Área 17 de Durán, doctor José San Miguel  Álava, explicó que  la medida de prolongar los horarios en las nueve unidades operativas que funcionan en este cantón hizo que el número de médicos de 10 y 8  (que originalmente tenían) aumentaran a 14. “Hemos abierto el abanico para atenderlos. Estamos prestos para brindar cualquier atención en caso de que se requiera. De eso se trata un plan de contingencia. Estar listos para responder a las necesidades de la comunidad”.

No obstante, San Miguel asegura que desde el sábado no se ha presentado ningún tipo de cambio en cuanto a la cantidad de pacientes que llegan a los centros. “Continuamos atendiendo las consultas como siempre, que es bastante, pero no ha variado por la clausura parcial de la clínica Kennedy. Desconozco cuáles son las estadísticas en relación con la atención en Samborondón, por lo que no podría decir cuántos pacientes vendrán, pero sabemos que no era muy alta, dice.

Al preguntársele si esto se debe al estrato social de las personas que acudían a la clínica dijo que “completamente”. “Pudiéramos alegar que parte de no recibir un número considerable de atenciones de emergencia se debe a ello. No podemos marcar desde el punto de vista de consulta externa, porque este departamento de la clínica Kennedy en Samborondón no ha sufrido ningún tipo de inconveniente. Los consultorios están operativos todavía, pero  no  pueden realizarse procedimientos internos, como cirugías, ni hospitalizar a nadie. Por eso es que no se ve gran impacto en los centros de salud”.

La misma situación ocurre en el Centro de Salud en el Buijo Histórico, donde las madres que llegaban con sus hijos recién nacidos esperaban un turno para vacunarlos.

La doctora Marlene Paredes dice: “esperábamos que el número de pacientes aumentara, pero no hubo variación. Todo sigue igual. Aquí damos atención básica, es decir tenemos coberturas para infecciones respiratorias o  intestinales agudas, control prenatal, niños, etc...” San Miguel agrega que como parte del plan de contingencia otra de las medidas que se tomaron en coordinación con la dirección zonal fue instalar desde ayer una unidad móvil quirúrgica en los patios del Centro Materno Infantil Oramas González para atender alguna cirugía de menor impacto o riesgo como una apendicitis, hernias o colecistectomía.

“Cuando son más complejas o necesitan otro nivel hospitalario se derivan a otras casas de salud”. Pero mientras eso ocurra, el galeno dice que continuarán atendiendo como lo han hecho durante años, “pero ahora estamos más preparados”.