Cada día, más de 20.000 niños de menos de 5 años mueren de hambre en el mundo. Asimismo, una de cada siete personas se va a la cama sin comer. Esas son algunas de las cifras alarmantes que presentó un informe reciente del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).    

Este año, en el ámbito del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra desde hace más de 40 años, el lema “Piensa, come, ahorra. Reduce tu huella alimentaria” contempla la alerta sobre los perjuicios que causan el desperdicio de comida y los desechos. El tema es más preocupante porque la población del planeta, que ya superó las 7.000 millones de personas, alcanzaría las 9.000 millones en 2050.

Cada año se desperdician 1,3 billones de toneladas de comida, casi el equivalente a la producción alimentaria de todo el África Subsahariana, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura. Globalmente, es aproximadamente un tercio de la producción que se pierde o es desechada. El estudio llama la atención sobre los efectos nefastos de la elaboración global de alimentos, pues es una de las actividades que más fomentan la pérdida de biodiversidad. Así, la agricultura de regadío es responsable en un 70% de la desaparición de los recursos de agua, y los cambios en el uso de la tierra y la agricultura han contribuido en un 30% a generar gases con efecto invernadero. Incluso, el 30% de los bosques, más del 20% de todos los campos de cultivo, y el 10% de los pastizales están sometidos a degradación por el sistema de producción.

Cada año se desechan un 50% de los cultivos de raíz, frutas y verduras, y un 30% de pescado y cerealesEs necesario y urgente cambiar ahora nuestras costumbres alimenticias a favor de un comportamiento responsable, así como solidario frente a las poblaciones que no tienen una nutrición saludable o que no se benefician con una alimentación regular. El Pnuma propone varios gestos cotidianos que, agregados, pueden mejorar las prácticas alimenticias a favor de un reequilibrio y de una protección de los recursos del planeta. Así, se recomienda comprar productos locales, que permitan reducir las emisiones de gases, no pedir ni comprar más de lo que se puede consumir o, en el caso contrario, dar los alimentos que no se van a consumir, y reutilizar los desechos alimenticios.

No solo se puede confiar en la acción ciudadana sino que los gobiernos tienen que implementar infraestructuras que favorezcan las posibilidades de mejoramiento. “Los gobiernos de los países en desarrollo pueden trabajar para mejorar la infraestructura básica(...) En esas regiones, las plagas, la falta de instalaciones de almacenamiento adecuadas y la ineficiencia de las cadenas de suministro son los principales factores que contribuyen a la pérdida de alimentos”, precisa el informe. Asimismo, ¿cómo se puede contemplar reutilizar sin puntos de reciclaje o beber agua del grifo cuando no ha sido bien potabilizada?  

El Ministerio del Ambiente ecuatoriano llevará a cabo hoy la Primera  Marcha Infantil  que tiene lugar en Quito desde el Parque de la Isla Tortuga hasta el Parque Bicentenario. Al considerar a los niños como los “guardianes del planeta”, la ministra del Ambiente, Lorena Tapia, manifestó que “el Día del Ambiente es una invitación para que todos nos sensibilicemos sobre la responsabilidad que tenemos frente a la conservación de nuestros recursos”.

Al aconsejar  reducir  el uso de las fundas de plástico, imprimir  en las dos caras, mejorar el aislamiento de la casa o reusar el agua de lluvia, el Pnuma pretende combatir la degradación del medioambiente en su conjunto.

Recientemente, la Agencia Americana Oceánica y Atmosférica midió que la tasa de concentración de CO2 en la atmósfera nunca había sido tan alta, superando las 400 partes por millón (ppm).