OMS publica nuevas directrices sobre cómo asumir los partos
El derecho a decidir cómo controlar el dolor durante el parto y a rechazar intervenciones médicas innecesarias son dos de las recomendaciones que incluyen las nuevas directrices elaboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre cómo gestionar el alumbramiento.
La agencia humanitaria de Naciones Unidas presentó una lista de 56 sugerencias basadas en evaluaciones científicas y recogidas en las nuevas prácticas sobre el alumbramiento. El fin es evidenciar la importancia de la madre en la toma de decisiones y en descartar el abuso de las cesáreas.
“Dichas pautas proponen un acercamiento holístico para que la madre tenga preeminencia”, afirmó Olufemi Oladapo, del Departamento de Salud Reproductiva de la organización internacional.
La OMS estima que anualmente existen 140 millones de nacimientos y la gran mayoría ocurre sin complicaciones médicas.
Sin embargo, en las últimas dos décadas se ha incrementado el número de intervenciones que antes solo se usaban cuando había un parto de riesgo o cuando se complicaba: la administración de oxitocina para ayudar a la dilatación o la práctica de una cesárea.
Según la OMS, en ocasiones estas intervenciones no solo son innecesarias, sino que provocan que las madres tengan una mala o deficiente experiencia.
Se calcula que a un alto número de mujeres sanas que estaban en proceso de alumbrar un bebé con toda normalidad, se les aplicó algún tipo de intervención, aunque el informe no aporta más datos concretos.
Cambios
Es por ello que la entidad ha redactado las nuevas directrices en las que se pone énfasis en la importancia de un parto no medicalizado, lo que incluye que la madre decida cómo quiere gestionar el dolor, lo que implica decidir si desea o rechaza el uso de la epidural y si la desea, en qué momento del proceso.
Otras recomendaciones de la OMS: que ellas puedan estar acompañadas de un ser querido, que se mantenga su privacidad y que se respete la posición en la que quieren estar (en el trabajo de parto y en el momento de pujar).
Asimismo, las guías reconocen que cada parto es distinto y que por lo tanto no deberían mantenerse los estándares implementados en los últimos 60 años.
Un ejemplo es la dilatación del cuello del útero. Hasta ahora se decía que lo “normal” era un centímetro cada hora.
De esta manera, establecen que estos límites son irreales e inadecuados para determinar si un parto está progresando mal o simplemente es más lento que la media.
“Aquellos se establecieron en 1950, pero la evidencia científica muestra que en muchos casos esto no sucede porque cada parto es único”, afirmó Oladapo.
La norma pone énfasis en señalar que una dilatación del cuello del útero lenta por sí sola no debería ser una “indicación rutinaria” de que se debe intervenir para acelerar el parto.
Otra operación de la que se abusa es la cesárea, que se aplica en muchos países de ingresos medios de forma rutinaria por comodidad de parturientas y personal médico, y por el hecho, en muchos casos, de que los especialistas cobran más dinero por un parto quirúrgico que por uno natural.
“Las directrices están destinadas a los médicos y a recordar los riesgos a corto y mediano plazo de las cesáreas, pero también a las madres, para que sepan que un alumbramiento lo más natural y bajo su control es un derecho del que tienen que disfrutar. (I) et
Antecedentes
La región tiene alta tasa
La región de América Latina y el Caribe tiene la mayor tasa de cesáreas del mundo: entre 1990 y 2014 esa práctica pasó del 23% al 42% en la región. La OMS señaló que en Brasil y Ecuador concentran el mayor porcentaje.
15 por ciento de las cesáreas están justificadas por motivos médicos. El resto es pandemia.
Las medidas en otros países
En 2004, la Cámara de Diputados de Argentina (32,9%) firmó la Ley de parto humanizado.