La Navidad en Otavalo inició con una original exposición textil
Por la suavidad de los dedos índice y pulgar de Jacob, niño alemán que visitó Otavalo (Imbabura), pasaba la lana de oveja, materia prima para la creación de textiles.
María, indígena que enseñó al niño a crear, daba la vuelta a una rueda para que el cabello animal llegue a una madera que lo iba hilando.
Cada madeja, una vez completada era llevada a Éricka, quien la lavaba y pintaba de colores. Una vez seco, lo dirigía a Marcelo, hombre experto en confeccionar largos telares.
Así, el Coliseo del Colegio República del Ecuador acogió el fin de semana la Expo Otavalo 2018, feria de arte textil en vivo: 80 artesanos se dieron cita a mostrar su experticia y vender artículos a propósito de la Navidad.
El evento buscó atraer al turista. No hubo costo de ingreso, pero cualquier artículo valía de $ 5 y $ 20, según la tardanza en la fabricación.
La vestimenta confeccionada a partir de las labores de María y Marcelo respondía al folclor indígena. Mientras Carlos demostraba los fajines de colores para las mujeres de todas las edades, Humberto tejía flores en delicadas blusas blancas.
Y, claro, la vestimenta no estaba completa sin las clásicas alpargatas que Estela promocionaba a $ 2,50.
Las canastas de mimbre y vasijas de barro tampoco faltaron: a $ 4 y $ 8.
En el patio del lugar, otras 30 carpas ofrecían la gastronomía de Otavalo: Tortillas de tiesto, fritada, plátano frito, mote, cuy y chicha de jora.
También hubo música andina, a cargo de 20 jóvenes indígenas. (I)