Guayaquil-Quito.-

El 26 de julio de 2011 y en un acto solemnizado por el presidente de la República, Rafael Correa, la Sociedad de Lucha contra el Cáncer del Ecuador (Solca) y el Ministerio de Salud (MSP) inauguraban el equipo Pet Scan Cyclotrón. Era el primero en su clase en llegar al país y hasta ahora el único. Este dispositivo diagnostica con más precisión las células cancerígenas o metástasis a pacientes que fueron intervenidos o recibieron tratamiento oncológico.

Fue todo un acontecimiento para el país en el combate contra el cáncer y captado por todos los medios, impresos y televisivos. Hasta una revista local le dedicó una página para describir cómo funcionaba el aparato. Eran tiempos de bonanza y los directivos de Solca estaban de acuerdo con la administración del Gobierno actual y las asignaciones que recibían.

Ese 2011, los 6 núcleos de Solca percibieron más de $ 76 millones solo por concepto de asignaciones de 0,5% de impuestos a las transacciones y por pagos de servicios a pacientes del Ministerio de Salud Pública (MSP). Solca en realidad tiene 3 fuentes de fondos estatales: el rubro establecido en el Código Orgánico Monetario y Financiero, la prestación a usuarios del Ministerio y los convenios para mejorar la infraestructura y equipamiento especializado.

Desde 2008 y tomando en cuenta estas 3 fuentes, la entidad percibió más de $ 582 millones en fondos estatales (ver infografía). Esto no abarca el dinero asignado por pacientes del Seguro Social o a través de convenios con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). En este año el Estado ya   canceló $ 15 millones correspondientes al aporte del 0,5% y por el primer trimestre de este año.

Tomando estas cuentas como antecedente, la ministra del ramo, Margarita Guevara, calificó de sorprendentes las afirmaciones de los directivos de Solca por una supuesta deuda de $ 130 millones del Estado a la entidad.

En un comunicado de hace 2 semanas y que fue publicado en medios privados, más tarde replicados por canales de televisión, los directivos aseguraban que había atrasos en los aportes de 0,5% de impuestos en los pagos de pacientes del MSP, del IESS e Issfa.

Ayer en otro documento, los directivos, encabezados por el doctor Juan Tanca Campozano, reconocieron que el Ministerio ya había depositado los $ 15 millones por el primer trimestre. Y aseguraron que están dispuestos a dialogar con el presidente Rafael Correa sobre los montos pendientes.

Según cuentas del MSP, hasta ahora hay rubros pendientes por cerca de $ 25 millones, de los cuales $ 12 ya están en proceso de pago (ver infografía). Además, otros $18,6 millones están en auditoría, es decir se analizan las cuentas para comprobar si corresponden a los servicios descritos.

A partir de 2008 y con la nueva Constitución, las asignaciones al sector salud dejaron de ser una dádiva y la atención se garantizó a través de la red pública, el IESS, Ministerio, Issfa e Ispol. En 2010 con la disposición general decimocuarta del Código Orgánico Monetario y Financiero se estableció la contribución de 0,5% de las operaciones de crédito, tanto de financiamiento, compra de cartera, de descuentos de letras de cambio y otras transacciones del sector financiero.

¿Una institución sin fines de lucro con rubros privados?

Solca, creada en 1951 por un grupo de médicos liderados por Juan Tanca Marengo, tiene un cuarto rubro de ingresos: la autogestión, pues muchos pacientes pagan por exámenes o atenciones clínicas. También hay un quinto: la ayuda de organizaciones privadas y extranjeras.

Hasta diciembre de 2014 tenía un saldo acumulado por $ 25 millones en ingresos privados, según un balance de la institución colgado en su portal web. En ese mismo período se registró un superávit de recaudación de $ 1,5 millones.

En 2014 la institución también reportó cerca de $ 60 millones de ingresos totales en su operación anual, incluyendo las transferencias del sector público. Mientras que el patrimonio acumulado de Solca ese año se calculó en $ 67,9 millones. Los datos de 2015 aún no están disponibles. (I)

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Las derivaciones de pacientes siguen

Usuarios reciben atención con normalidad

Por primera vez, ayer Jefferson Briones llegó en compañía de su madre, Colombia Quinto, a las instalaciones de Solca en Guayaquil. Ella fue derivada del Hospital Abel Gilbert Pontón para que reciba tratamiento de radioterapia, luego de que le extirparan un tumor en el cerebro.

Briones sostenía en sus manos una carpeta con los documentos de la casa de salud pública que respaldaba el traslado. Comenta que la atención recibida se desarrolló normalmente.

Lo mismo ocurrió con la hija de Mariana Rizzo, quien fue diagnosticada de leucemia en julio del año pasado.

Ayer la pequeña fue atendida, como de costumbre, en la sala de quimioterapia, aunque, según Rizzo, en estos días hay más restricciones en el control de ingreso a los pacientes y familiares a la sede de Solca en Guayaquil.

Ella explicó que su hija se atiende a través de su Seguro Social, que cubre los gastos médicos, los fármacos y los tratamientos. “Cada mes debo presentar una copia de las últimas aportaciones como constancia de que estoy activa. Hasta el momento la atención ha sido buena y ágil”, agrega.

La madre de Alfredo Castillo también recibió el servicio por medio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Indica que entre los requisitos solicitados por Solca para la atención a pacientes derivados es una copia de la cédula, del certificado de votación y una constancia de las 6 últimas aportaciones, para obtener un turno e ir al departamento de convenio que se encarga de oficializar el trámite.

En su caso, previo a ello, sacó una cita particular para tener un resultado clínico que pruebe el diagnóstico de cáncer de su mamá y el tipo de la patología. “Si ven que el paciente no tiene los recursos pueden asistir al grupo de Damas de Solca para recibir medicinas gratis, o acudir al área de Recursos Humanos, que presenta alternativas para que todos los pacientes sean atendidos”, expresa Castillo. (I)

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