Una parte importante del proyecto es inculcar el diálogo en lugar de los castigos físicos
Más de 170 mil ecuatorianos aprenden a ser mejores padres
Mejorar las relaciones entre padres e infantes, aprender estimulación temprana y a la vez dotar a los progenitores de los insumos para una buena nutrición desde la infancia son las bases del programa ‘Escuelas de familia’ que impulsa el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en todo el país.
“Con lo que me enseñan hoy comprendo más a mi hijo; entendí que como yo merece todo el respeto por más chiquito que sea”, refiere Mauro Contento, de 30 años y padre de Yuyay, uno de los pequeños que a diario llega al CIBV Manuela Cañizares, en el norte de Quito.
Contento es lojano y hace varios años reside en la capital, aunque Yuyay es su segundo hijo, confiesa que a veces equivoca su camino en la crianza del pequeño. “A uno le dan el título de padre, pero nunca lo forman para ejercer ese papel. Nos equivocamos mucho, pero con las instrucciones que aquí nos dan creo que cada vez son menos los errores en la crianza de nuestros hijos, sobre todo cuando de disciplinarlos se trata”, acota.
Igual criterio tiene Marcia Puli, de 18 años, quien es parte de las 90 madres que a diario dejan a los infantes en este espacio infantil del centro-norte de Quito.
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Marcia está contenta por la atención que recibe en este espacio y sobre todo porque hoy sabe de las porciones adecuadas de alimentos y la manera de combinarlos para una correcta nutrición.
“Ahora sé que es importante darle alimentos sanos desde pequeña, porque en esa edad (12-36 meses) es cuando más crece su cerebro y tiene que desarrollarse; y si no recibe los nutrientes necesarios no podrá aprender bien en los años siguientes”, dice Marcia, quien se muestra contenta por el espacio de interacción creado.
“Aunque uno quiere a sus hijos, a veces no sabe cuál es la mejor forma de llevar su desarrollo en los primeros años, pero con las indicaciones que aquí nos imparten la tarea de ser padres se facilita”, acota Marcia.
En este espacio, como en todos los Centros Infantiles del Buen Vivir, las coordinadoras programan un encuentro mensual con los representantes de los chiquillos para atender los aspectos básicos del desarrollo de la primera infancia.
“Ha sido muy positiva la respuesta que hemos encontrado en cada uno de los padres y madres porque han entendido que es fundamental dedicar un tiempo solo a sus hijos. Se ha incrementado el apego y la relación fraternal que es fundamental en esta etapa de la vida”, dijo Catalina Betancourt, coordinadora del CIBV Manuela Cañizares.
Wendy Pulupa, quien desde hace un mes lleva a su hijo Jordan a este CIBV, está entusiasmada por los progresos mostrados por su pequeño en este tiempo. “Antes como todo niño pedía golosinas, pero hoy pide frutas, chochos y agua en lugar de gaseosa. Además se muestra más sociable y ha empezado a hablar lo que antes no hacía”, indica Wendy.
Este proyecto también se extiende al programa ‘Creciendo con Nuestros Hijos’ (CNH), en el que las educadoras visitan a las familias que tienen niños de 0 a 12 meses para compartirles estos aspectos.
“El año anterior a raíz de las Jornadas Nacionales de Desarrollo Infantil nació esta iniciativa porque los padres buscaban elementos concretos para poder trabajar con sus hijos en los hogares, replicando de alguna forma lo que se hace en los centros infantiles”, comenta César Andrade, coordinador de la zona 9 del MIES.
Andrade recalca que hasta el momento la respuesta de los padres ha sido positiva, con una asistencia de entre 80 y 90% a nivel nacional en cada una de las programaciones previstas en los espacios infantiles.
En las reuniones, los padres además aprenden a entender y acercarse más a sus pequeños a través de acciones y palabras como la iniciación a la lectura. Para esto existe un proyecto de construcción del cuento ‘Yo soy’ elaborado por los padres con las vivencias de los primeros años de su hijos.
“Con esta idea hemos logrado que los padres estrechen más los lazos afectivos con sus hijos y recuerden juntos esos momentos que han vivido con estos pequeños, pero importantísimos meses de vida”, comenta Catalina.
Otro de los puntos que hasta el momento se han tratado es la corresponsabilidad de los padres en la formación de los infantes. “Hoy existe mayor interés por involucrarse en todos los temas de los pequeños; en las casas replican lo que aquí aprenden y eso hace que no se interrumpa, por ejemplo, el tipo de alimentación que tienen los fines de semana. Eso además nos ayuda a evitar la desnutrición”, indica Catalina.
Además, para evitar que los encuentros entre padres sean aburridos, las educadoras preparan toda su estrategia para hacer la clase interactiva. Son los progenitores los que ocupan los materiales de los niños para elaborar sus estrategias y definir sus compromisos. “Nosotros elaboramos con los padres carteles que comparan la situación de los centros infantiles de antes y como son hoy con toda la política pública que hay para la atención en esta etapa”, reitera Catalina.
Cada CIBV cuenta con una pediatra que se encarga de revisar la nutrición de los infantes. Además gracias a interrelación con el Ministerio de Salud se logra vacunar a los infantes e incluso atenderlos en estos espacios médicos en caso de enfermedades. (I)