Vicente Andrés Taiano: “La meta del MIES es entregar 5 mil créditos de desarrollo humano al mes”
Los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano (BDH) acceden también a otro beneficio que es el Crédito de Desarrollo Humano (CDH), que lo pueden hacer de manera individual ($ 600) o asociativa ($ 1.200), dinero que muchos beneficiarios lo emplean para emprendimientos, para lo cual tienen cuentan con un acompañamiento.
Para conocer más sobre este beneficio, diario El Telégrafo entrevistó al titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Vicente Andrés Taiano.
¿Cómo ha sido la entre de los CHD desde que empezó la emergencia sanitaria?
Nosotros como institución tenemos varios planes, programas y proyectos que están en el marco de la reactivación económica, y uno de estos justamente es el CDH, que está destinado a personas que están bajo la línea de pobreza, es decir a quienes ya son beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano, que reciben $ 50 mensuales.
Lo que buscamos es identificar estos beneficiarios a escala nacional para fortalecer sus capacidades y justamente ver quiénes están en la voluntad y en la capacidad de acceder a un crédito que les permita mejorar sus condiciones de vida.
Entonces se hace una valoración del beneficiario; en este caso ellos pueden acceder a dos tipos de crédito: uno es el individual, en el que recibe 12 meses de anticipo (de su BDH); y en el caso de que sea asociativo, que sean dos personas que se conozcan y que quieran hacer un emprendimiento, hacen una solicitud conjunta para un crédito y se les da $ 1.200.
Esto no solamente es acompañado de la transferencia, es decir el dinero, sino también de la parte clave que es acompañamiento para la creación del emprendimiento, para el fortalecimiento de capacidades productivas que tiene relación directa con lo que le enseñamos a la persona sobre cómo tiene que montar su negocio.
El proceso es sencillo en términos generales, pero hay que darle mucha importancia al seguimiento porque no podemos permitir que luego estas personas quizás gasten el dinero en otra cosa y no para lo que realmente estaba destinado.
Además, hay un nexo que hacemos con la economía popular y solidaria, esto es sumamente importante porque los enviamos allá, porque ellos trabajan de manera específica con los beneficiarios.
¿Ellos tienen un acompañamiento para que inviertan bien su dinero?
Exactamente, esto es también parte de un programa de capacitaciones, por ejemplo, este año por la pandemia se ha visto un poco mitigado. A 4.000 usuarios del bono se les ha dado capacitaciones específicas previa a la selección de los beneficiarios.
Nosotros (MIES) hacemos diferentes capacitaciones en territorio, y durante la época del confinamiento lo hicimos a través de talleres virtuales. Ahí lo que hicimos fueron capacitaciones para el fortalecimiento de emprendimientos productivos.
Lo que hacemos es generar estos emprendimientos como mecanismos de autoempleo, que realmente es lo más importante porque está dirigido a esta población que está en condiciones de pobreza. Lo que buscamos es garantizar una movilidad social ascendente y la idea es de que formen parte de los actores de la economía popular y solidaria.
¿Este año se han incrementado los beneficiarios del bono y a su vez los de CDH?
Los CDH por efectos de la pandemia hemos visto que se ha reducido un poco la capacidad, porque la prioridad ha sido la salud, trabajar en el Bono de Protección Familiar, todo el tema de la red de protección social, esa ha sido la prioridad por el tema de emergencia sanitaria.
Pero no hemos dejado de trabajar para alcanzar la meta que es entregar 5.000 créditos mensuales; es la meta que nos hemos puesto dentro del ministerio para atender este tema. El número que hemos tenido este año es de 62.964 con una inversión de $ 62’424.837, que se ha dado a nivel nacional para el tema de créditos.
Lo que sí está aumentando es el seguimiento, el acompañamiento y las consejerías. Se les da las charlas, por ejemplo, de cómo empezar el negocio, cómo generar un plan de negocio, cómo hacer el tema comunicacional, cómo generar la marca, todo un compilado de talleres, que muchos de ellos eran presenciales y tuvimos que pasarlos a la virtualidad.
Qué es lo que nos ha pasado esta vez, es la virtualización de los servicios que es en lo que estamos trabajando. Se han hecho capacitaciones virtuales, pero recordemos que estamos hablando de personas en pobreza y pobreza extrema, que no es que el 100% tiene por ejemplo un teléfono inteligente para recibir una capacitación en línea, ese ha sido el factor por el cual bajaron un poco los indicadores este año, pero ya hoy en una nueva normalidad, con todo el distanciamiento, estamos retomando las capacitaciones para volver a la meta de los 5.000 créditos mensuales.
En el tema del BDH, es sumamente importante porque estamos hablando de la red de protección social más amplia de la historia del Ecuador, porque tenemos nuevos beneficiarios. Nosotros, por ejemplo, este año vamos a cerrar el 2020, hasta el mes de diciembre, con 225 mil nuevos beneficiarios en todo el sistema de bonos y pensiones.
¿Qué sucederá en el 2021? De enero a marzo serán 225 mil (beneficiarios) más, es decir que son 450 mil nuevos beneficiarios, pero en estos últimos meses de gestión tanto del Ministerio como del Presidente Moreno, se van a incluir diferentes usuarios que están dentro de la línea de pobreza, pobreza extrema y por supuesto también en condiciones de vulnerabilidad.
Esto es una parte de la red de protección que contempla la transferencia condicionada y no condicionada que es importante, pero es imprescindible también el acompañamiento, el cierre de ciclo para la familia con el CDH, diferentes programas, diferentes pensiones que son específicas y que necesitan también un acompañamiento familiar.
Entonces estamos hablando de una red que es focalizada, integral, porque está buscando atender a todas las personas en todo el ciclo de vida que están bajo la línea de pobreza y eso es lo que estamos trabajando con el Gobierno Nacional.
Si bien este beneficio es a escala nacional, ¿dónde han focalizado o priorizado la adjudicación de los créditos?
El crédito está dividido a escala nacional, no hay ningún tipo de priorización con respecto a los territorios, se trabaja a nivel de las coordinaciones zonales; se va identificando cada uno de los territorios. Normalmente las poblaciones que más activas son con los diferentes planes y programas, que requieren un poco de corresponsabilidad ciudadana, son las provincias de Guayas, Manabí, Pichincha.
Guayas y Pichincha son las que tienen la mayor cantidad de beneficiarios y un sentido de corresponsabilidad, porque hay mucha interacción.
En la Amazonía también hay provincias que destacan muchísimo, en la Sierra centro como Tungurahua, Imbabura, Cotopaxi, está dividido realmente en todo el país.
Hay otro tipo de bonos que sí son más priorizados, como por ejemplo el bono que sacamos en octubre de apoyo nutricional a 7.992 familias, ese sí tenía 72 cantones priorizados por contagios de covid, por desnutrición crónica infantil y eso lo trabajamos con el PMA (Programa Mundial de Alimentos), pero en realidad los planes y proyectos del MIES son integrales, y en cualquier territorio donde exista un beneficiario ahí estará un contingente del MIES para atenderlo.
Uno de los mandatos del Ministerio es la movilidad social ascendente, entonces es muy importante cuando se encuentra en el territorio personas que están en la línea de pobreza, pero que buscan salir de ahí, que tienen un sentido de corresponsabilidad, que dicen: “yo no quiero recibir ayuda todo el tiempo, quiero vivir de mi trabajo y quiero darle trabajo a otra persona”, y qué importante es que nosotros podamos garantizar esa igualdad de oportunidades.
Que esta persona bajo la línea de pobreza, si bien es cierto recibe un bono que tiene la voluntad y la capacidad para generar un pequeño emprendimiento, en este caso los asociativos, hemos visto grandes resultados y creo que ese es el componente más especial de este programa, porque hay una voluntad muy fuerte de un beneficiario que busca salir de la pobreza por su familia, y lo destacado es que son mujeres que le dan trabajo a otras mujeres y eso me parece muy valioso.
¿Durante qué tiempo es el acompañamiento?
El acompañamiento son cerca de seis meses, es todo el proceso previo y después, y cuando las pasamos a la economía popular y solidaria es mucho mayor el acompañamiento, porque ellos (beneficiarios) tienen todos sus programas específicamente definidos.
Ahí ellos se dedican específicamente a eso y hay todo un proceso de capacitación. Luego cuando se ve que un emprendimiento forma parte de la red de economía popular y solidaria, del registro único de la economía, reciben un acompañamiento que no tiene fin, porque siempre son invitados a rueda de negocios, a todas las capacitaciones que hace la IEPS (Instituto de Economía Popular y Solidaria), en todas las zonas que tiene a su cargo.
Hace unos días lanzamos con el Presidente la marca Somos EPS, que es nueva y es el distintivo de todas estas asociaciones de la economía popular y solidaria. Hay asociaciones textiles, de limpieza, de seguridad, de productos orgánicos, café, mermeladas, venden de todo, y lo interesante es que se les está dando esta marca a los que cumplen con todos los requisitos.
Ahí el IEPS los invita a rueda de negocios, a capacitaciones para mejorar, porque ellos ya tienen un emprendimiento un poquito más sólido y lo que están buscando es mejorar la capacidad y ahí el acompañamiento no termina. Se trabaja con las asociaciones, se hacen capacitaciones, hoy virtuales, se trata el tema de la publicidad.
Lo que más les gusta es darle un sello a su producto, pero que además podían trabajar con el tema de mejorar las redes sociales, porque les dieron una capacitación con Instagram, Facebook, como ya son parte de un registro único, siempre les llega información, mucho depende del microempresario. (I)