Luis Q., el adolescente ecuatoriano de 15 años que durante 2 años fue esclavizado por una pareja de compatriotas en Santiago, regresará a Ecuador en los próximos días. Así lo ordenó el lunes un juzgado de familia chileno. Este era el último paso del proceso que abrió la justicia local después de que se conociera este dramático caso en julio pasado.

El menor acudió a un tribunal en la localidad Buin, en las afueras de Santiago, para una audiencia reservada. También se efectuó una pública. La magistrada Marcela Paz Carvajal pretendía enviar a Luis cuanto antes a Ecuador, pero el joven sorprendió con una petición especial: Su último deseo era pasar las fiestas patrias de Chile (18 y 19 de septiembre) para luego regresar con su familia. La jueza accedió a esta particular solicitud.

De hecho, Luis tiene listo su traje de ‘huaso’ (vestimenta típica del folclor chileno) para formar parte de los festejos tradicionales. Se espera que Luis desfile y asista a las tradicionales “fondas” (locales de venta de productos y bailes típicos chilenos) en la localidad Paine, dijeron a EL TELÉGRAFO fuentes del caso.

A la audiencia también asistieron personal del Servicio Nacional de Menores (Sename) y la cónsul de Ecuador, Isabel Álvarez. En un momento de la audiencia, la jueza le preguntó a la diplomática ecuatoriana si su país podía dar las garantías de que el menor recibirá tratamiento sicológico y si sus necesidades serían cubiertas una vez que regrese. Entonces Álvarez, de profesión abogada y exfiscal, le explicó que la Constitución ecuatoriana establece el interés superior del niño. Además, según ella misma dijo a EL TELÉGRAFO, Álvarez le confirmó a la magistrada que su país dispondrá de todos los medios a la llegada de Luis para apoyarlo y también a su familia, a través del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

La cónsul tramitó personalmente el pasaje de regreso del niño. No fue fácil encontrar un boleto debido a que las fiestas patrias son aprovechadas por los chilenos. En el tribunal de Buin también se hizo presente la persona que denunció el caso y que se convirtió en una suerte de custodio de Luis. Se trata del chileno Abel González.

Al menor se le escuchó de manera privada en la audiencia y todo quedó registrado en un audio. Esto se hizo para resguardar su intimidad. El fallo, al que tuvo acceso EL TELÉGRAFO, indica que “la salida debe hacerse efectiva en el más breve plazo posible, a su país de origen (Ecuador), con el objeto de que en dicho país, también con las coordinaciones pertinentes por las instituciones que correspondan, se pueda velar por la suspensión en la vulneración en sus derechos”.

Para agilizar la “repatriación” de Luis, se certificó que “sobre la vulneración de derechos no se interpuso recurso alguno y habiendo las partes renunciado expresamente al término legal para hacerlo se encuentra firme y ejecutoriada”. Este último punto lo explicó la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Lorena Fries, parte demandante del caso.

El proceso contra Luis Alberto Maldonado Santacruz y María Rosa Córdova Farinango, los ecuatorianos que trasladaron al menor a Chile en 2012, sigue su curso. En caso de ser culpables podrían ser condenados entre 10 y 15 años.